El abogado Aparicio Cid, defensor de Jorge Ríos, el jubilado de 71 años que el viernes pasado mató a uno de los cinco ladrones que se metieron en su casa de Quilmes, habló con FM Cielo y aseguró que pedirá el juicio por jurado y cuestionó al fiscal del caso por haber ordenado detener a la víctima del asalto.
“Lo detuvo porque el joven que murió era integrante de la barrabrava de Quilmes y se ve que eso le generó temor”, aseveró Cid, al referirse al fiscal Ariel Rivas.
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Además, el letrado adelantó que quiere un juicio por jurado “y que sea mañana”. Luego agregó que hay una cola de gente pidiendo el jury del fiscal por lo que le hizo a Jorge.
“Los disparates no prosperan en los tribunales. La calificación del hecho es precaria”, dijo Cid para insistir en su malestar por las medidas tomadas por el ministerio público.
En tanto, trascendieron detalles de la autopsia al cuerpo de Franco Martín Moreyra, el ladrón muerto tras el asalto al jubilado. El informe indica que recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal.
Los forenses de la morgue de Ezpeleta le informaron al fiscal de la causa que el primer balazo ingresó en el tórax en la línea media axilar, a nivel del sexto espacio intercostal izquierdo, cruzó la quinta vértebra dorsal y se alojó en el hombro derecho.
Según las fuentes judiciales consultadas, el segundo proyectil -y el que causó el deceso-, ingresó en la zona abdominal por la fosa ilíaca derecha, pasó por el retroperitoneo y rompió la arteria aorta y la vena cava, lo que provocó una hemorragia abdominal y el shock hipovolémico.
Por otra parte, un colectivero declaró ante la justicia que él es el conductor del automóvil que pasó cerca de Franco Moreyra, el ladrón muerto de dos balazos tras un asalto a un jubilado en Quilmes, y dijo que en principio pensó que había sufrido un accidente, pero luego escuchó tres disparos y se retiró, informaron hoy fuentes judiciales.
El hombre, cuya identidad se mantiene en reserva, se presentó a declarar de manera espontánea luego de escuchar decir por distintos medios de comunicación a los defensores del jubilado Jorge Ríos (71) que el auto Fiat Uno blanco con capot negro que quedó filmado por una cámara de seguridad aminorando la marcha era el vehículo en el que huyeron los presuntos barrabravas cómplices en el asalto.
“El hombre explicó que es un trabajador esencial, es chofer de colectivo, que esa madrugada vio a un hombre tendido en el cordón de la vereda y pensó que había sufrido un accidente automovilístico, por eso aminoró la marcha con la intención de auxiliarlo”, dijo una fuente de la investigación.
El testigo luego contó que se asustó cuando vio que un hombre mayor armado se acercó al herido, por lo que decidió seguir la marcha, pero ante la duda de si era un policía y, para tratar de entender qué sucedía, pegó la vuelta.
En esa segunda pasada del Fiat Uno, que también quedó grabada por la cámara de seguridad, el colectivero declaró que vio como el hombre armado, es decir Ríos, se agachó y luego escuchó “tres disparos”, por lo que se fue asustado.
El hecho ocurrió el viernes cerca de las 5, cuando los ladrones ingresaron a robar a la vivienda de Ríos, ubicada Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste.
El jubilado fue sorprendido mientras dormía y fue golpeado e intimidado por los asaltantes con un destornillador mientras le exigían dinero, y en ese momento extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros de su propiedad y les efectuó al menos seis disparos que los hizo huir de inmediato.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve a uno de los ladrones, de 26 años, que se encontraba desarmado, forcejeó con Ríos cuando el hombre se dirigió hacia él portando el arma de fuego hasta que en un momento dejó de moverse, por lo que los investigadores creen que ese fue el momento en que le disparó en el tórax.
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