LA GIBSON DOVE PERDIDA: LA GUITARRA QUE UNIÓ A SPINETTA Y PAPPO
Spinetta admiraba la potencia y el blues de Pappo, y Pappo respetaba la poética y la sensibilidad de Spinetta. Se conocieron en la escena musical argentina y grabaron juntos el álbum experimental “Spinettalandia y sus amigos” en 1971, pero hay una historia que los une y separa al mismo tiempo.
En el rock argentino hay objetos que trascienden lo material y se convierten en leyenda. Uno de esos tesoros es la Gibson Dove que alguna vez fue de Luis Alberto Spinetta, pasó fugazmente por las manos de Pappo y, durante décadas, estuvo desaparecida. Su recorrido parece un mito urbano, pero es una historia tan real como simbólica.
EL NUEVO MODELO DE GIBSON
En 1960, la Hummingbird fue la primera guitarra Gibson Square Shoulder (hombros cuadrados) de Gibson, introducida en respuesta a la creciente popularidad de las guitarras acústicas. Tenía un fuerte impacto visual y una magnífica ornamentación que dio un vuelco a la imagen de la guitarra acústica de aspecto rústico que se tenía hasta entonces, y se convirtió en un símbolo de la “nueva era Gibson” tanto por su aspecto como por su sonido.
Dos años más tarde, en 1962, nació la DOVE como modelo de hombro cuadrado de gama alta con una personalidad más extravagante. Se dice que fue inventado por Hartford Snyder, un artesano de Gibson de la época, que tenía como característica el diseño de paloma (Dove) y flores en el golpeador. Y no tener puente de hueso como la mayoría de las acústicas sino tener un puente estilo Les Paul Tune-O-Matic con selletas para una mejor afinación.
Esta guitarra vanguardista fue adoptada por músicos de primera fila como Elvis Presley, Keith Richards.
QUE NOS CUENTA LA HISTORIA
En 1969, tras el lanzamiento del primer disco de Almendra, Emilio Del Guercio y Edelmiro Molinari viajaron a Nueva York con la intención de conseguir instrumentos para un proyecto (una ópera de Almendra) que finalmente no se concretó. Regresaron con varios equipos, entre ellos una Gibson Dove, una guitarra acústica con la que Spinetta grabó su álbum doble Almendra II. Una preciada pieza de colección, con una artesanía de calidad y un estrado impecable. Un símbolo icónico de la artesanía de las guitarras Gibson, con su sonido y tacto inigualables. Spinetta la usó para dar vida a algunas de las canciones más delicadas de Almendra II. Años más tarde diría: “Con esa guitarra compuse las canciones más hermosas que hice para Almendra.”
Pero en 1971, cuando el grupo se disolvía y “El Flaco” se preparaba para viajar a Europa, decidió hacer un gesto que iba mucho más allá de un simple regalo: le dio la Dove a Pappo. Dos mundos distintos —la sensibilidad poética de Spinetta y la potencia blusera de Norberto Napolitano— unidos en un mismo objeto. Era una invitación a tender un puente, un símbolo de amistad.
Sin embargo, Pappo no era un hombre de acústicas. Amaba el riff, la distorsión, el volumen al mango. Apenas unos días después de recibirla, vendió la Gibson a Alfredo Toth, ex bajista de Los Gatos, como parte de pago por una Les Paul negra. El recorrido no terminó ahí: al poco tiempo, Toth se la vendió a Jorge Maronna, de Les Luthiers, quien la usó durante años en sus presentaciones y en composiciones propias, sin sospechar que tenía entre manos una pieza clave del rock nacional.
Durante décadas, la guitarra se convirtió en una leyenda perdida. Spinetta incluso llegó a mencionarla en entrevistas, con algo de nostalgia, como esa Dove que había entregado con el corazón. Nadie sabía dónde estaba.
El misterio se resolvió recién en 2012, poco después de la muerte de Spinetta. Más de cuarenta años después, durante la producción de un bookazine sobre Spinetta para Rolling Stone, se reveló que la guitarra estaba en manos de Maronna. Viendo el programa especial en televisión, Maronna se enteró de que su Gibson Dove era la legendaria guitarra perdida y se comunicó con Dante—uno de los hijos de Spinetta—para contarle que la tenía
LA GIBSON DOVE AL FIN HABIA APARECIDO
Más allá de su valor como instrumento, esta guitarra encierra una metáfora única: el cruce entre dos sensibilidades que parecían opuestas, pero que en realidad se necesitaban. Spinetta, con su lirismo y su búsqueda de belleza, y Pappo, con su rugido de blues y rock pesado. Ese objeto fue testigo de un diálogo breve pero inolvidable entre ambos.
En el fondo, la Dove no desapareció: quedó vibrando en la memoria de las canciones, en la fraternidad entre artistas y en el mito inquebrantable del rock argentino.
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