Tal y como te contamos con anterioridad, en la noche de este martes en la previa al debate de candidatos a legisladores porteños, el asesor presidencial Santiago Caputo increpó a un fotógrafo de Tiempo Argentino por, justamente, sacarle fotos. El repudio fue generalizado.
La imagen de Caputo tomando la credencial mientras el fotógrafo continuaba disparando se volvió viral en las redes. Y no sólo el asesor con injerencia en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) sostuvo la credencial de manera amenazante, sino que también le tomó una fotografía en donde figura el nombre y el apellido del periodista.
Las repercusiones del ataque a la prensa
“Las actitudes amenazantes se repiten, nuestro alerta también. El principal asesor del Presidente quiere amedrentar a la prensa que busca informar sobre sus acciones. Junto con @aRGra_ repudiamos y exigimos libertad para ejercer nuestro oficio sin amenazas”, escribió a través de sus redes el Sindicato de Prensa de Buenos Aires.
Y no fueron los únicos en alzar la voz. Desde Amnistía Internacional Argentina señalaron: “En un contexto de ataques permanentes contra la prensa crítica y en un país cuyo primer mandatario repite casi a diario que la gente ‘no odia lo suficiente a los periodistas’, el asesor presidencial Santiago Caputo, intimida deliberadamente a un reportero gráfico por haberle sacado una foto, acreditado en el marco de su trabajo y en un acto público”.
En este sentido, Amnistía explicó: “Los actos y la presencia de quienes ostentan cargos en el Estado y, sobre todo, los altos funcionarios son de suma relevancia para el interés público. Tanto las expresiones de la prensa como el registro fotográfico vinculados al desempeño de las funciones de personas que ocupan altos cargos públicos gozan de mayor protección porque dichos funcionarios se han expuesto voluntariamente a un escrutinio más exigente y la información relevada sobre sus actividades contribuye a fortalecer el debate democrático”.
De acuerdo a la organización no gubernamental, “tanto el Presidente de la Nación, como quien, según él, es uno de los funcionarios con más poder en Argentina, están sujetos al máximo escrutinio social, no solo sobre sus actividades oficiales o el ejercicio de sus funciones sino también sobre aspectos que, en principio, podrían estar vinculados a su vida privada pero que revelan asuntos de interés público”.
La Garganta Poderosa también se solidarizó con el fotógrafo de Tiempo Argentino Antonio Becerra: “Repudiamos que un funcionario del gobierno, figura clave del entorno de Karina y Javier Milei, y de LLA, intimide a la prensa en medio del debate electoral. La libertad de prensa es democracia, estas escenas no”, escribieron.