No fue una tarde más. Ni un entretiempo más. El 15 de noviembre de 2020, Javier Mascherano entendió que su carrera había llegado a su fin. ¿Cómo? Sí: por coincidencia, hace cinco años se jugó el Estudiantes-Argentinos en el que el Jefecito comprendió, en pleno descanso del juego que acabaría en victoria del Bicho, que era momento de decir basta.
“En el entretiempo le dije a Andújar: ‘Juego el segundo tiempo y me retiro’. Medio que no me escuchó, me preguntó ‘¿qué?’ y le dije ‘nada nada’”, reveló en 2024 en diálogo con Juan Pablo Varsky un Mascherano que ya era entrenador de la Sub 20. Todo recordando aquel 0-1 (gol de Damián Batallini).
La decisión terminó de tomar forma dentro de la cancha, en el complemento, mientras jugaba como líbero. Y tuvo un protagonista que, según él mismo recordó, aceleró todo: Mateo Coronel, hoy delantero de Atlético Tucumán. “En el segundo tiempo lo confirmé cuando me picó dos veces (Mateo) Coronel a la espalda. Jugué ese partido de central. Y después de eso dije ‘se terminó, no quiero seguir haciendo más esto’”.

Ya en el vestuario, Mascherano puso en palabras aquello que venía madurando. Fue directo a hablar con Leandro Desábato, su entrenador. “Llegué al vestuario, me saqué los botines, le toqué la puerta al Chavo que estaba con Agustín (Alayes). Le dije ‘me voy a mi casa’ y no me entendió, porque me dijo ‘sí Javi, entrenamos el martes’. Ahí le respondí ‘no, me voy y no vuelvo más. Les agradezco, no es con ustedes, el tema es mío’”.
La noticia también sacudió al plantel. Masche lo manejó a su manera: sin rodeos, con sinceridad y evitando cualquier suspicacia. “Los junté a los chicos, les agradecí a todos por el tiempo vivido. Le pedí al Chavo decir unas palabras porque si no iba a quedar todo como que había pasado algo. Después fui a la conferencia y de ahí me fui directamente a San Lorenzo. No busqué ni la ropa. Tenía la cabeza quemada”.

