Una violenta explosión y posterior incendio sacudió este viernes por la noche al distrito de Ezeiza y puso a cientos de vecinos en estado de shock. El estruendo se oyó a varios kilómetros y enseguida el cielo se tiñó de llamas y una columna de humo enorme que salió desde el Polo Industrial Spegazzini, donde varias fábricas quedaron envueltas en fuego.
“Fue tremendo, explotaron los vidrios de todas las casas”, relataban los vecinos que salieron corriendo a la calle sin entender qué había pasado. El intendente Gastón Granados confirmó que el estallido fue tan fuerte que obligaron a evacuar barrios enteros.
Mientras tanto, más de 20 dotaciones de bomberos pelean contra un incendio descontrolado que avanzó sobre depósitos químicos, plásticos y galpones con material inflamable. Defensa Civil, ambulancias, patrulleros y equipos especiales trabajan sin descanso en un operativo que se extendió durante toda la madrugada.
En los hospitales de la región la escena también fue dramática. El director de la Clínica Montegrande, Carlos Santoro, habló de código rojo y confirmó que ya recibieron numerosos heridos, muchos con cortes por vidrios rotos y otros afectados por el fuego. Dos casos preocupan especialmente: una embarazada intoxicada, internada en terapia, y un hombre que llegó infartado tras el estallido.
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Otros centros médicos de Cañuelas, Ezeiza y Esteban Echeverría también recibieron heridos de distinta gravedad. Algunos fueron suturados en guardia y dados de alta, pero varios quedaron internados por quemaduras y golpes provocados por el impacto de la onda expansiva.
Por el riesgo químico, se desplegaron unidades de la Policía Federal, brigadas especializadas y hasta un helicóptero de emergencia. Las autoridades ordenaron a los vecinos encerrarse en sus casas, mantener ventanas cerradas y evitar circular por la zona. La autopista Ezeiza–Cañuelas permaneció totalmente cortada.
Mientras bomberos y peritos intentan determinar qué originó la explosión, Granados reconoció que “todavía no se puede descartar nada” y que el trabajo será largo por los materiales peligrosos que ardieron en las fábricas afectadas.
El Ministerio de Salud provincial dispuso un operativo de triage para distribuir a los heridos según su gravedad entre los hospitales Grierson, Kirchner, Bicentenario, Eurnekian y Balestrini, todos en alerta máxima.
Y aunque el aeropuerto no tuvo complicaciones, el distrito entero vivió uno de los episodios más impactantes de los últimos años.

