Las historias de vida alrededor de los protagonistas del mundo del fútbol son variadas y por lo general apasionantes. Los primeros pasos en los potreros, los sacrificios de la familia y de los propios jugadores que deben abstraerse (en la mayoría de los casos) del cotidiano de la vida adolescente para intentar tocar primera, los que vienen de muy abajo y también están las historias de tipos como Lisandro Magallán, que eligió continuar su carrera universitaria pese a afirmarse en la primera de Boca.
Y es que en la familia Magallán se respira el derecho, su padre es abogado y sus hermanos también siguen la carrera como el propio Lisandro que con 60 partidos en la primera de Boca y una oferta millonaria del fútbol holandés (lo pretende el Ajax por 8 millones de euros) se reconoce como “una persona normal que trabaja de jugador de fútbol”.
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Hoy será una tarde especial para el zaguero que en Boca marcó un solo tanto, frente a River en el Monumental, ya que sus inicios futbolísticos fueron en Gimnasia, el rival de esta tarde, aunque no fue la única camiseta que vistió ya que paso con buen suceso por Rosario Central y Defensa y Justicia a préstamo antes de volver al xeneize donde ganó dos títulos locales y una Copa Argentina.
“Creo que estudiar es un entrenamiento para el cerebro. Pienso que el estudio te desarrolla la mente y esto te permite captar más rápidamente una circunstancia del partido o adaptarte a un cambio pero habría que comprobarlo científicamente” declaró en su momento quien hoy, de ser campeón, se deberá acostar temprano ya que mañana debe presentarse a rendir un final en Universidad Nacional de La Plata, donde su vida, pese al fútbol, continua.
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