El empate en dos entre Boca y River, por el partido final de ida de la Libertadores, estuvo muy por arriba de las expectativas y termino teniendo casi todos los ingredientes que un gran partido necesita. Nerviosismo transformado en coraje, ambición combinada con lógica, muchos goles, un marco de público excepcional y sobre todo la certeza de saber que lo mejor está por delante.
Pero en INFOCIELO te invitamos a repasar (y explicar) algunas cuestiones destacables por fuera de los futbolístico. Cuando apenas iban 22 minutos de juego y con el partido empatado en cero Milton Casco, lateral izquierdo de River, se vio entrometido en una escaramuza cuando fue a dividir una pelota con tres jugadores de Boca. El 20 de River terminó en el suelo y cuando se levantó empujo a Villa y quiso tomar del cuello a Jara.
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Llamativamente, sobre todos para los que desconocen el pasado de ambos, fue Pablo Pérez quien intervino para calmar al jugador de River a quien le gritaba “¿Tenés amarilla?” para hacerlo entrar en razones y que no se pierda la revancha. ¿Por qué el aguerrido volante intentó salvar a un rival? La explicación tiene que ver con el pasado en Newell´s de ambos, donde supieron ser campeones en 2013 de la mano de Gerardo Martino. Un acto loable de quien priorizó la amistad por sobre los colores y lo que estaba en juego.
Otra particularidad fue lo que ocurrió con los hincas de Boca y los vecinos del barrio. Se sabe qué hace años que la obsesión de la dirigencia xeneize es agrandar su estadio, pero para eso necesita poder comprar las propiedades que se encuentran en las dos manzanas que se alzan detrás de los palcos.
En junio del año pasado Daniel Angelici (descartada la posibilidad de construir un estadio en otro lugar) se reunió con varios socios de peso para hablar de ese tema. La idea de los dirigentes, de comprar las manzanas que abarcan las calles Del Valle Iberlucea, Zolezzi, Aristóbulo del Valle y Brandsen, choca con los intereses de los vecinos que no quieren siquiera sentarse a negociar. Es por eso que los hinchas le hicieron su pedido, a su forma, desde los laterales de la Bombonera. ¿Aflojaran los vecinos por las malas?.
Para el cierre dos situaciones vinculadas con el mismo protagonista: Gonzalo Martínez, el Pity. El 10 de River ha ganado un protagonismo enorme en las últimas ediciones donde ha sido determinante para marcar la diferencia en los clásicos, a favor del Millonario. Ayer su entrada la campo de juego fue seguida en detalle por las cámaras y se lo vio ingresar con una asombrosa calma, mirando fijo (sin ser desafiante, ni provocador) a los hinchas de Boca. Esa actitud desató la “locura” de los hinchas Millonarios que seguían el partido por televisión y rebotaban todo hacía las redes sociales.
Pero lo mejor, además de su juego donde volvió a ser vital para su equipo, estuvo en el final del partido donde se acordó de los hinchas de Boca que perdieron la vida en un accidente de tránsito, tras la suspensión del primer partido: “De parte mía y de todo el plantel le mando un abrazo a los familiares de los chicos que fallecieron en la ruta” cerró el volante, que mostró cualidades superiores a las futbolísticas, cuando después de un partido caliente, se tomó un segundo para recordar lo importante. De 10.
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