El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, salió a respaldar públicamente a la vicegobernadora y presidenta del Senado, Verónica Magario, en medio de la interna del peronismo en la Cámara alta y dejó una definición política de peso: el Ejecutivo provincial da por caídos dos proyectos clave que nunca lograron ser tratados.
En su habitual conferencia de prensa de los lunes, Bianco avaló la decisión de Magario de no convocar a sesión antes de fin de año, lo que terminó de clausurar la posibilidad de avanzar con la votación de los proyectos vinculados a la compañía farmacéutica bonaerense y a la empresa de emergencias médicas provincial, además de la definición de las vicepresidencias del cuerpo.
“La presidenta del Senado ya ha convocado para sesión para el año que viene (26 de febrero). Esa es la definición que se ha tomado desde la presidencia del Senado”, explicó el funcionario, al marcar que la discusión legislativa quedará recién para el próximo período.
En ese sentido, Bianco fue aún más explícito sobre el destino de las iniciativas impulsadas por el Ejecutivo.

“Esos dos proyectos hace cuatro años están dando vueltas y no fueron aprobados”, afirmó, y agregó: “Lamentablemente eran proyectos muy importantes para el Ejecutivo, fueron promovidos por el Ejecutivo, pero cuatro años no se fueron tratando”. Lo que sentencia Bianco no es así, los proyectos ingresaron en diciembre de 2023 y no pudieron ser aprobado en dos años legislativos, no en cuatro como marca el ministro.
Lo que bien marca Bianco es que eran proyectos impulsados por el Ejecutivo, pero fueron ideados por un ministro de La Cámpora: Nicolás Kreplak. El titular de la cartera de salud provincial responde a la agrupación kirchnerista, por lo cual forma parte de la interna que mantiene con el kicillofismo, pero sigue en su cargo en el gabinete provincial.
El respaldo a Magario se da en un contexto de tensión interna dentro del oficialismo, con sectores que reclamaban una sesión para cerrar el año legislativo y resolver tanto los proyectos del Ejecutivo como la integración definitiva de las autoridades del Senado. Desde el Gobierno provincial, sin embargo, la lectura es que no estaban dadas las condiciones políticas para avanzar y que insistir hubiera profundizado el conflicto.
LA HISTORIA DE LOS PROYECTOS CAÍDOS
Los dos proyectos de ley vinculados que quedarán sin tratamiento en el Senado bonaerense y perderán estado parlamentario a partir del 1° de enero, son los que buscan crear la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud y el Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense, ambas con media sanción de Diputados desde 2024 y promovidas por el Ministerio de Salud que conduce Nicolás Kreplak.
La empresa de emergencias buscaba centralizar y complementar la atención sanitaria ante urgencias, fortaleciendo la coordinación interjurisdiccional y asistiendo a los municipios. El proyecto contemplaba, además, la logística y el transporte de pacientes, traslados interhospitalarios, el movimiento de insumos críticos —como sangre, oxígeno y medicamentos— y el manejo de residuos patogénicos, junto con un sistema integral de información en salud. Aunque el expediente llegó a obtener dictamen de comisión en el Senado, durante 2025 no avanzó por el rechazo de la mayoría de los bloques opositores, que cuestionaron el crecimiento del Estado, la eficiencia en el uso de recursos y posibles atajos en los mecanismos de contratación pública.
La segunda iniciativa apuntaba a la creación de un laboratorio público provincial para producir, comercializar y distribuir medicamentos, vacunas e insumos sanitarios a valores inferiores a los del mercado. El Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense también tendría funciones de control de calidad y producción de ingredientes farmacéuticos activos, estándares y productos sanitarios. Desde el kirchnerismo defendieron el proyecto como una respuesta directa al aumento del precio de los medicamentos, que registraron subas de hasta el 85% en pocas semanas tras la desregulación impulsada por el Gobierno nacional, según datos del Ceprofar.
La posibilidad de que ambos proyectos caduquen fue uno de los principales motivos de la presión del kirchnerismo del Senado sobre Magario para convocar a una sesión antes del cierre del año. Sin embargo, el reglamento interno de la Cámara alta es claro: los proyectos que no reciben sanción definitiva en el período de presentación o el siguiente quedan archivados. Como se anunciaron en diciembre de 2023, ingresaron al Senado en 2024, al no ser tratados antes del 31 de diciembre de 2025, perderán la media sanción y deberán reiniciarse desde cero.

