En la semana en la que se celebró el Día del Historiador, el Gobierno desvinculó de su cargo como director del Museo Histórico Nacional al historiador y profesor Gabriel Di Meglio. No se trata del primer director de un museo que es sucedido por fuera de los concursos públicos. El repudio es generalizado.
La Asociación Argentina de Investigadores en Historia lanzó un comunicado con el fin de “expresar su profunda preocupación y enfático repudio ante las decisiones de la Secretaría de Cultura de la Nación que afectan el desempeño de instituciones que preservan el acervo patrimonial del país federal”.
En este sentido, desde la AsAIH enfatizan sobre la importancia de los concursos públicos en la dirección de museos.
Y es que así que como se clausuró el Museo del Traje y los empleados pasaron a depender del Museo Histórico Nacional, en marzo de este año también fue dezplazada de sus funciones como directora del Museo Nacional Casa del Acuerdo, Paola Rosso Ponce. Su sucesor Alejandro Maddoni no tiene experiencia previa en la adminsitraciones de instituciones culturales y no fue designado por concurso, como sí lo fueron Rosso Ponce y Di Meglio.
La indignación crece y las explicaciones faltan: Di Meglio es considerado un profesional de una amplia y reconocida trayectoria académica, destacándose por sus labores como investigador y docente y, en particular, por su actividad en el plano de la divulgación histórica, la que lo condujo a la dirección del MHN, como así también a la dirección del Museo Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo.
En contradicción con la mirada productivista del Gobierno, durante la gestión de Di Meglio aumentó la concurrencia a dicho museo. Su despido es tomado por docentes, investigadores y trabajadores de la cultura como “un episodio más del ataque generalizado contra la educación pública, la cultura pública, las universidades nacionales, el CONICET y una larga lista que lamentablemente no para de crecer”.
¿Ajuste o batalla cultural?
En diálogo con Infocielo, la periodista y Licenciada en historia Marcela Feudale contó que en los museos nacionales -en primera instancia- para recortar presupuesto lo que hicieron fue recortar la seguridad, entonces los museos no podían abrir: “Vos tenés el sable corvo de José de San Martín y si abrís y se lo lleva alguien…”, ejemplificó.
Por otro lado, la resolución de la Secretaría de Cultura también tendría otras razones: “En apariencia dicen que el motivo por el cual lo habrían desplazado es porque él se oponía a que se llevaran el sable corvo de José de Martín para dárselo al Regimiento de Granadores a Caballo”, contó Feudale en relación a una decisión posiblemente ligada al presidente Javier Milei, quien fue nombrado “granadero honorífico”.
A esto se le suma que el presupuesto que se le está pasando actualmente al Museo Histórico Nacional de $ 1.200.000 para mantenimiento, que Di Meglio le había contado a los medios de comunicación.
Por su parte, Paola Rosso Ponce, desde 2018, realizó un gran trabajo en la Casa del Acuerdo: “Cuando me presenté al concurso, el diagnóstico realizado arrojaba que los nicoleños, fuera de la visita escolar al museo, no volvían a visitarlo. Se mantenía con las visitas escolares y el público ocasional. Generamos proyectos y programas para distintos públicos, que hizo que jóvenes, mayores y familias concurrieran a la Casa de Acuerdo, que se convirtió en un faro de referencia cultural, con espectáculos de danza, música y ciclos de cine. En San Nicolás no hay salas de cine”, contó en su momento a Daniel Gigena de La Nación.
“Hay un recorte por todos lados, Sturzenegger pasa la tijera por todos lados, pero ellos tienen una narrativa por ganar que evidentemente abarca todo lo que tiene que ver con la historia y esto puede estar inscripto dentro del marco de esa batalla cultural”, opinó Feudale, quien mostró la Casa del Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos de la mano de Rosso Ponce.

