La pelea con Samid, los mediáticos como Jacobo Winograd o Guido Suller, Natalia y Samanta del caso Coppola, y tantos inventos más del inefable Mauro Viale, no eran más que imitaciones de un programa que revolucionaba EEUU por esos años ’90.
Springer presentó el gran éxito ‘The Jerry Springer Show’ durante 27 años, convirtiéndose en el placer culposo de Estados Unidos por los momentos televisivos salvajes y estridentes que ponía al aire.
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El legendario presentador de aquel programa de entrevistas falleció en su casa de Chicago meses después de haber sido diagnosticado con cáncer.
En su perfil de Twitter, Springer se autoproclamó en broma como ‘presentador de un programa de entrevistas, maestro de ceremonias del fin de la civilización’.
También sostuvo que las personas en su programa se ofrecían como voluntarias para ser sometidas a cualquier ridículo o humillación que les esperara.
Su audiencia vitoreaba su nombre, porque sus escandalosos invitados se involucraban en peleas locas, con muchas peroratas llenas de palabrotas.
Springer lo llamó “entretenimiento escapista”, mientras que otros vieron el programa como una contribución a la disminución de los valores sociales estadounidenses.
A menudo le decía a la gente, irónicamente, que su deseo para ellos era ‘que nunca estés en mi programa’.
El programa salió del aire en 2018, pero Springer luego creó su programa como si fuera una corte, ‘Judge Jerry’, que duró tres temporadas.
Después de más de 4,000 episodios, el programa nunca se desvió de su esencia de tipo lasciva.
Cuando su programa diario se acercaba a los 7 millones de espectadores a fines de la década de 1990, Springer ofreció una defensa contra el asco que le generaba a algunos.
Springer dijo entonces: ‘Mira, la televisión no crea ni debe crear valores. Es simplemente una imagen de todo lo que hay ahí fuera: lo bueno, lo malo, lo feo”.
La revista de EEUU ‘TV Guide’ lo clasificó en el puesto número 1 en una lista de ‘Peores programas en la historia de la televisión’, pero también obtuvo calificaciones “doradas”.
Su show de fenómenos hizo de Springer una celebridad que pasaría a presentar un programa de entrevistas de radio y ‘America’s Got Talent’, a protagonizar una película llamada ‘Ringmaster’ y a competir en ‘Dancing With the Stars’.
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