La posibilidad de que un asteroide impacte la Tierra ha sido una preocupación constante para la comunidad científica y la humanidad en general. Recientemente, el asteroide Bennu ha captado la atención debido a su trayectoria cercana a nuestro planeta ya los posibles efectos devastadores que podrían causar en caso de colisión.
¿Qué es el asteroide Bennu?
Bennu es un asteroide de aproximadamente 500 metros de diámetro que orbita el Sol y se aproxima periódicamente a la órbita terrestre. Descubierto en 1999, ha sido objeto de numerosas investigaciones debido a su tamaño y proximidad a la Tierra. Según la NASA, existe una probabilidad de 1 entre 2.700 de que Bennu impacte nuestro planeta el 24 de septiembre de 2182.
Posibles efectos de un impacto
"Bennu":
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) February 6, 2025
Por un estudio sobre las posibles consecuencias de su impacto contra la Tierra pic.twitter.com/6Ib3t6MOnO
Un estudio que salió en la revista Science Advances se metió a fondo en qué pasaría si Bennu chocara con la Tierra. Los investigadores jugaron con modelos climáticos súper avanzados para imaginar cómo sería ese lío. Y los resultados no son nada buenos: el impacto podría lanzar entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo y aerosoles al aire, tapando la luz del sol y causando un “invierno de impacto” que podría durar entre tres y cuatro años.
Con todo ese oscurecimiento solar, podríamos ver una bajada en la temperatura global de hasta 4 grados Celsius y una reducción del 15% en las lluvias. Además, se calcula que perderíamos un 32% de nuestra capa de ozono, lo que haría que la radiación ultravioleta aumentara en la superficie. Todo esto tendría un efecto brutal en la fotosíntesis, con una caída del 36% en lo que producen los ecosistemas terrestres y del 25% en los marinos, poniendo seriamente en peligro nuestra seguridad alimentaria a nivel mundial.
Preparación y mitigación
Aunque la chance de que Bennu nos dé un golpe es baja, las posibles consecuencias son bastante serias como para que tomemos algunas medidas de precaución. La NASA y otras agencias espaciales han estado trabajando en planes para desviar asteroides que podrían poner en peligro a nuestro planeta. Por ejemplo, la misión DART en 2022 logró cambiar el rumbo de un asteroide al chocar con una sonda, mostrando que esta técnica realmente puede funcionar.
Además, es importante mejorar los sistemas que nos avisan temprano y monitorean objetos cercanos a la Tierra. Programas como el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) están ahí para identificar y seguir a los asteroides que podrían ser una amenaza, lo que nos permite reaccionar más rápido y con más eficacia.
Aunque la posibilidad de que el asteroide Bennu impacte la Tierra sea remota, las posibles consecuencias de tal evento serán catastróficas. La comunidad internacional continua invirtiendo en investigación, monitoreo y desarrollo de tecnologías de mitigación para estar preparados ante cualquier eventualidad.