Una vez más, Gimnasia jugó con la presión, la obligación, la necesidad y cumplió. Si bien no tuvo la atadura que implicaba estar en zona de riesgo en la parte baja de la tabla anual -se salvó del descenso luego de la victoria ante River en el Monumental-, jugó con la exigencia de sumar de a tres para llegar por primera vez a los playoffs y respondió
No se apuró, no se desesperó ni se precipitó. Comenzó el partido con cautela, estudiando al rival y poco a poco creciendo futbolísticamente. Aunque el gol de la ventaja inicial de Panaro llegó gracias a la gran responsabilidad del arquero del Calamar, el Lobo venía insinuando y partir de allí se terminó por envalentonar.
Ganó confianza, ajustó las marcas y, de contra, amplió la ventaja con una definición letal del máximo artillero del equipo, Chelo Torres. Su séptimo tanto en el Clausura y el tercero de manera consecutiva. De golpe, el equipo de Zaniratto se encontraba arriba por dos goles y con un pie en los playoffs del campeonato.

En el complemento el local adelantó sus líneas, se sumaron hombres de ataque y el Lobo se fue replegando cada vez más sobre su arco. Allí aparecieron las otras piezas claves que tuvo el equipo en este sprint final. Insfrán con su seguridad habitual y los centrales, Giampaoli y Martínez, imponiéndose en cada pelota parada.
Sobre el final, jugando de contra, el Lobo tuvo tiempo para pasar del triunfo a la goleada. En su segundo partido en el Clausura, Franco Torres aprovechó la que tuvo y selló el 3-0 definitivo, ya no solo para clasificar a los octavos, sino también para consolidar el gran presente del equipo de Zaniratto, que se suma a la pelea por el campeonato.
Sin más, los minutos se fueron agotando en Vicente López y el Lobo concretó su clasificación. Se salvó del descenso en la fecha 14, se ilusionó en la fecha 15 y lo celebró en la última de la fase regular. Ahora, por primera vez, jugará por los playoffs del torneo local visitando a Unión de Santa Fe.

