Gimnasia jugará su último partido, el que puede definir su clasificación a los playoffs, ante un Platense que sigue siendo el campeón del fútbol argentino aunque no está atravesando un momento como el que lo llevó a celebrar en el Madre de Ciudades. Y alcanza con ver las estadísticas para certificarlo.
El 1° de junio de 2025 entró en la historia del club de Saavedra: le ganó 1-0 a Huracán y se consagró por primera vez en su vida. Sin embargo, esa victoria también fue de despedida para la dupla que dirigía al plantel: Favio Orsi y Gustavo Gómez eligieron salir. Y ese cambio radical impactó puertas adentro en un elenco que jugará la próxima Copa Libertadores, pero que necesitará crecer mucho para competir.
Porque desde esa consagración, Platense apenas ganó dos partidos: 2-1 a San Lorenzo en Vicente López y otro 2-1, pero de visitante en Florencio Varela frente a Defensa. ¿El resto? ocho derrotas y seis empates. Muy poco para un proceso de 16 partidos en los que a Tense le costó reconstituirse.

Tal fue el desplome del campeón que en la tabla general quedó a apenas seis puntos de Godoy Cruz, el cuadro que descendió por la clasificación anual (San Martín SJ, último en ese mismo escalafón, se fue por el de promedios). Un bajón pronunciado que derivó en que Cristian González dejara el 27 de octubre el cargo que había aceptado para reemplazar a la dupla a mitad de año.
Hernán Lamberti, un histórico como futbolista, es quien conduce a un cuadro que buscará en su despedida como local de 2025 meter un último triunfo para cerrar un año dorado con otra cara. Enfrente estará un Gimnasia que necesita ganar para clasificarse a los playoff. El trámite será, entonces, complicado.


