Cada año, octubre se viste de rosa para generar conciencia sobre el cáncer de mama, uno de los tipos de tumor maligno más frecuente en las mujeres que si no es tratado de manera temprana, puede avanzar hacia otras regiones del cuerpo. Conocé cuáles son los hábitos y las medidas de prevención este diagnóstico.
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a 1 de cada 8 mujeres que hayan alcanzado los 80 años, según la Sociedad Argentina de Mastología (SAM). Se original por el crecimiento rápido y desordenado de las células que revisten los conductos de mama, según explica el organismo científico en su sitio oficial.
Por eso cada octubre se visibiliza la importancia de realizar una mamografía anual a partir de los 40 años en las mujeres sin antecedentes familiares. Aunque no puede evitarse, es posible realizar lo que se conoce como “prevención secundaria”: un diagnóstico precoz para comenzar el tratamiento en sus etapas iniciales, con terapias menos agresivas y mejores resultados.
Las claves para prevenir el cáncer de mama
Aunque en la mayoría de los casos se desconoce la causa que provoca el desarrollo de la enfermedad, la SAM sostiene que las investigaciones científicas han identificado aquellos los factores que aumentan estas probabilidades y aquellos hábitos que contribuyen a reducir el riesgo de cáncer de mama.
En principio, existen algunos factores “no modificables”, que son aquellos que no se pueden evitar y aumentan las posibilidades de que se genere la enfermedad como son el sexo, la edad y los antecedentes familiares. En ese sentido:
- Las personas que mayor riesgo tienen de desarrollar cáncer de mama son las mujeres.
- La edad aumenta las posibilidades, afectando especialmente a las mujeres cercanas a la menopausia.
- La presencia de un familiar de primer grado —madre, hermana o hija— con cáncer de mama aumenta el riesgo entre 1,5 a 3 veces por sobre la población general.
La Sociedad Argentina de Mastología sostiene que “el cáncer genético o hereditario es el factor de riesgo más importante, pero no el más frecuente. Sólo ente un 5% y 7% de las pacientes portadoras de un cáncer de mama tienen una base genética en su origen”.
De igual manera, contar con la información y realizarse chequeos advirtiendo al médico es una gran manera de prevenir la enfermedad. Por otro lado, existen los factores modificables, que son algunas medidas y cambios de hábitos que se pueden tomar para reducir el riesgo como el sobrepeso, la falta de ejercicio y el consumo de alcohol y tabaco.
Los mejores hábitos para reducir el riesgo de contraer cáncer de mama
Para redicir las posibilidades, es recomendable llevar un estilo de vida saludable y adoptar buenos hábitos como:
- Mantener un peso adecuado.
- Hacer eercicio con regularidad.
- Limitar el consumo de alcohol.
- No fumar.
- Tener una dieta variada y nutritiva.