“Conocer la historia de los pueblos originarios de Argentina y de América en sí es muy apasionante, pero también es muy triste”, expresó David Vargas, el referente de la Ciudad Sagrada de los Quilmes de la provincia de Tucumán, quien agregó que lo que pasó es la historia del hombre: “Nosotros somos realistas y no vamos a culpar nacionalidades, el enemigo del hombre es el mismo hombre”, aseguró.
En diálogo con La Cielo, David Vargas habló de la resistencia de su pueblo: “Seguimos existiendo y luchando por nuestros derechos y por nuestro reconocimiento”. La Ciudad Sagrada de Quilmes está ubicada en el Valle Calchaquí de Tucumán y se trata de uno de los sitios arqueológicos más importantes del país. Conocé la historia de los restos del asentamiento precolombino y cuál es la relación con la ciudad de Quilmes de la provincia de Buenos Aires.
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Se trata de uno de los asentamientos arqueológicos más extensos de la Argentina y data del año 800 DC. La ciudad sagrada de los Quilmes es un pueblo muy bien establecido ya en la región -cuenta su referente-, con una muy buena organización social, política y económica. Está asentada al pie de las Sierras del Cajón o de Quilmes, que hoy se identifica como Cerro Alto del Rey: “Es una fortaleza, que en lengua quechua se dice pucará, pero en español es fortaleza y está en un lugar super estratégico”, explicó Vargas.
En 1977, a través de un convenio entre el gobierno de Tucumán y la Universidad de Buenos Aires, se recuperó y se restauró de un 10 a un 15 por ciento, que es lo que hoy el turista puede recorrer. “Son habitaciones comunitarias, porque teóricamente ellos ya tenían una división social, pero vivían mas en comunidad, entonces es una ciudad super laberíntica, una ciudad comunicada entre sí”, detalló Vargas acerca de la ciudad ubicada justo enfrente de la fortaleza, que se cree podría haber funcionado como un lugar ceremonial o de reuniones debido a que se trata de una construcción muy grande y porque se encuentra decorada con figuras.
La historia de los pueblos Quilmes o calchaquíes
En 1480, los indígenas conocidos como los Quilmes sufrieron la primera invasión de los Incas que venían del Perú: “Dejaron su gran impronta en la región, que hoy se identifica con el Collasuyo, que va desde el Cuzco hasta el sur de Mendoza porque el Inca impuso su lengua, que es el quechua, que es una lengua que sigue latente, que se sigue hablando en la parte del norte de Argentina, lo que es Bolivia y Perú”, explicó David Vargas, referente de la comunidad.
De este modo, los pueblos de este valle, como los Quilmes, perdieron su libertad, su independencia, ya que al ser incorporados al Imperio Inca tenían que pagar un tributo, es decir, un impuesto. Luego llegaron los españoles en 1535 y todos los pueblos que habitaron en el valle fueron confederados por un gran cacique, conocido como Juan Calchaquí. Calchaquí unificó a todos los pueblos y los levantó contra los españoles. “Él lideró la primera gran guerra contra los españoles, entonces hoy, en honor a este gran cacique, el valle lleva ese nombre y de ahí pasaron a ser los pueblos calchaquíes, pero en realidad todos son diaguitas”, detalló Vargas, a lo que agregó que a partir de allí, hoy se identifican como diaguitas calchaquíes.
En relación a cuál es el registro de la existencia del nombre Quilmes, el referente de la comunidad detalló: “Todos los pueblos prehispánicos, excepto los Mayas en México, fueron pueblos ágrafos, entonces todo lo que nosotros hoy encontramos escrito está escrito por los españoles; Quilmes, que probablemente haya sido kilme, quiere decir personas entre cerros, entre montañas“.
En 1665, Don Alonso de Mercado y Villacorta, gobernador de Tucumán, sitió a los Quilmes, que por falta de comida y de agua pactaron la rendición. El castigo fue el extrañamiento de los pueblos, es decir, los sacaron de su lugar y los llevaron caminando hacia Buenos Aires, que según documentos, detalló Vargas, son casi 1500km. “De unas 2.600 personas que salieron, llegaron menos de 800 porque iban atadas entre sí, encadenadas, porque para los españoles eran gente salvaje”, explicó el referente.
Los que lograron llegar a Buenos Aires fueron instalados en la reducción de la La Exaltación de la Santa Cruz de los indios Quilmes, a donde padecieron toda clase de maltrato y abuso. Muchos se fueron extinguiendo: murieron de enfermedades, se fueron desintegrando como grupo y en 1810 ya no había un grupo organizado. “En 1812 se declaró pueblo libre de indios porque dicen que en 1812 murió el último Quilmes puro y ahí pasó a ser partido del mismo nombre, que vendría a ser lo que hoy es la ciudad de Quilmes allí en Buenos Aires”, contó Vargas.
Actualmente la comunidad, formada por 14 pueblitos, está organizada como una comunidad indígena y tienen un cacique que se elige democráticamente. Cada pueblo tiene su representante. Hoy es el pueblo que administra el sitio arqueológico de La Ciudad Sagrada de Quilmes, en donde flamean las banderas de Argentina y, también, la wiphala.
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