En lo que se va convirtiendo en una (esperada) costumbre, uno de los conductores de segmentos noticiosos de la señal TN del Grupo Clarín, Franco Mercuriali, parece sentirse cómodo en el rol que hace décadas inauguró su colega, hoy en LN+, Eduardo Feinmann. Se trata del rubro “confrontación con estudiantes de secundaria“…principalmente porteños.
Otro factor común con el periodista precursor en esta modalidad de enfrentar de modo acusador a los alumnos, es que a ambos poco les importa quedar expuestos, y como se dice popularmente “regulando“, frente a sorpresivas y punzantes respuestas de jóvenes menores de edad, quienes suelen esgrimir argumentos profundos y dejar en “off side” al comunicador.
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Esta vez Mercuriali se topó con la presidenta del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires, Victoria Liascovich, quien desde el móvil de TN respondió con aplomo y contundencia a varias de las consignas acusatorias del periodista de TN.
LES QUISO BAJAR EL PRECIO
En una primera intervención, el señalamiento del periodista desde su lugar en el estudio de televisión, fue acerca de si es el momento adecuado para protestar frente a los índices de pobreza que tiene el país. La idea era minimizar la importancia del tema educativo.
“Este problema de la pobreza y de los comedores… ¿Qué tema no?”, apuntó Franco Mercuriali como para contrastar con la toma del colegio, haciendo alusión a una nota emitida instantes antes, previamente a la salida del móvil.
La respuesta de la estudiante de secundaria fue: “Sí. La educación también es un gran tema que nos importa a les estudiantes en la actualidad“, dijo impertérrita de cara a la “chicana” del periodista para “bajarle el precio” a su reclamo.
CHIQUITAJE
Luego Mercuriali señaló que los estudiantes de esa particular escuela secundaria, como es el nacional Buenos Aires, “llamados a ser dirigentes o líderes de esta sociedad” estén siempre en “el chiquitaje”, en referencia a sus reclamos, ya sea por viandas en mal estado o apartamento de determinadas autoridades.
La réplica de la joven Victoria Liascovichen este casi fue: “No sé si somos el futuro de la dirigencia. Ojalá que sí. Ojalá que no. No tengo manera de preverlo. Sí, aseguro que nosotros estamos acá defendiendo la educación pública, y que efectivamente es un gran problema el de la pobreza en el país, y que nos formamos y que sabemos muy bien que estamos en deuda con todo el pueblo argentino que nos paga nuestra educación, y por eso la estamos defendiendo“.
Y en el último tramo la joven secundaria, y líder del centro de estudiantes, apeló a cierta ironía al ver que sus respuestas no eran escuchadas o interpretadas por el conductor de TN. Y por eso acercó su boca al “micrófono corbatero” como recalcando y subrayando lo que quería que Mercuriali comprendiera.
Las intervenciones de la estudiante secundaria presidenta del Centro del Colegio Nacional Buenos Aires, con el conductor de TN del Grupo Clarín, Franco Mercuriali
“ALGO CONTAGIOSO”
“No está bueno, digo, una vez por mes tomar los colegios. Ya veníamos del mes pasado… ¿te acordás? otros colegios por las viandas. Distintas problemáticas…como que se vuelve algo contagioso…digamos: ‘estamos enojados, tomemos el colegio‘”, reflexionó el periodista del Grupo Clarín desde estudios.
“No sé qué tipo de información te llegó. Al menos nosotros no tomamos el colegio una vez al mes“, inició la presidenta del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires su réplica.
“Nosotros tomamos hace 4 meses por un abusador sexual que había en el colegio. E incluso nosotros apoyamos la toma de los colegios de CABA, justamente porque nos importa mucho la pobreza. Porque Acuña básicamente entregaba las viandas podridas, los colegios se caían a pedazos, entonces no tomamos el colegio, sino que hicimos un pernocte sin pérdida de clases“.
En ese instante Franco Mercuriali, ya con un estado de alteración emocional le respondió: “Llegó el fin de semana largo y todo se tomaron el fin de semana largo. Tomaron los colegios por las viandas pero llegó el finde largo y no se quedó nadie en los colegios. Y no se acabaron las viandas podridas“.
Con aplomo, y apelando a la mencionada ironía, la estudiante secundaria avanzó y dijo: “No sé si funciona bien el micrófono pero Nosotros tomamos sin pérdida de clases“, reiteró, esta vez acercando su remera con el micrófono a su boca, como para dejar claro el concepto que pareció que el periodista no había comprendido la primera vez que lo mencionó.
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