Luego de que el presidente Macri y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich decidieran posicionarse a favor del policía Chocobar tras el asesinato de un joven en la Boca, la Corte Suprema de Justicia decidió finalmente que el uniformado deberá ir a juicio oral para cumplir con su condena.
Eso irritó a Bullrich, que ayer en Córdoba redobló la puesta y aseguró que “en un país libre” cualquier ciudadano podía decidir si ir o no “armado”.
TE PUEDE INTERESAR
“El que quiera estar armado, que ande armado; el que no quiera estar armado, que no esté armado; la Argentina es un país libre”, dijo para la prensa.
Pero, ¿Qué dice expresamente la ley y cómo son realmente los requisitos para que cualquier persona pueda acceder a un arma de fuego?
Consultado en el programa Todo No Se Puede (FM CIELO), el abogado y especialista en Seguridad Luis Vicat, consideró que las expresiones de Bullrich eran propias para la gente que vive en “Arizona o Texas” de Estados Unidos, pero no para la Argentina.
“Tenemos una legislación bastante restrictiva al respecto a la posibilidad de tenencia y sobretodo de portación de un arma. El trámite es largo. Pero requiere una serie de circunstancias para obtener la Credencial de Legítimo Usuario. Recién ahí puede intentar adquirir un armar”, explicó Vicat.
Esto ha generado que en el país solo entre 3 mil y 5 mil personas pueda lograr conseguir la habilitación. Siempre hablando, de la portación de armas legalizadas por el Estado y no de aquel uso de armas de fuego en forma clandestina.
Luis Vicat, abogado.
Según el especialista, existe además una diferenciación que establece qué se entiende por armar de uso civil y armas de uso civil condicional. Las de civil, por ejemplo, no superan el calibre 22 y no son semi automáticas.
“Todo lo que sigue de ahí para arriba, son de uso condicional, anteriormente conocido como ´armas de guerra´”, agregó Vicat.
En síntesis, para que el ciudadano común pueda acceder a un armar legal, se tiene que rendir una serie de condiciones psico-físicas, pasar el entrenamiento con un instructor de tiro, pero además la persona no debe tener ningún tipo de antecedente penal, así como un modo de vida “lícito comprobable”.
Las palabras de la ministra, en todo caso, potencian los discursos violentos de algunos ciudadanos indignados por los sucesivos hechos delictivos. Una problemática grave que sufre cierta parte de la población, pero que podría agravarse en caso de que desde el Estado se promocionen discursos que alienten una ciudadanía armada.
“Si lo entendemos como el que quiere y puede, yo diría que muchos no pueden porque los trámites son muy estrictos. Que existan solo 5 mil casos dentro de 40 millones de personas, nos da una idea de esto”, concluyó el especialista en Seguridad.
TE PUEDE INTERESAR