El móvil de LN+ salió este miércoles, para consultar a los vecinos de Quilmes sobre cómo habían recibido los resultados de las elecciones del domingo. Lo que Esteban Trebucq esperaba encontrar era, probablemente, un malestar generalizado, críticas y caras largas.
Pero la calle tenía otro plan. Mujeres de 40, 50 y hasta 70 años hablaban con naturalidad y aprobación sobre los candidatos impulsados por Mayra Mendoza y el triunfo de Fuerza Patria, dejando al periodista oficialista con la típica expresión de incredulidad mientras escuchaba los testimonios.
“Sí, conformes, muy, muy bien”, repetían varias vecinas, como un mantra que contrastaba con la expectativa mediática de un escándalo electoral.
Otros comentarios no dejaban lugar a dudas: “La verdad que le ha hecho un hermoso trabajo la intendenta acá”, dijo una mujer, mientras Trebucq procesaba que la realidad no se ajusta siempre al guion de los medios.
La desconexión mediática
La sorpresa del periodista no fue casual. “Incluso dice que ningún intendente varón ha hecho nunca lo que ha hecho ella, y es verdad”, explicaba otra vecina, reforzando que el equipo de Mendoza sigue gozando de aprobación entre los vecinos.
La conversación se tornaba aún más incómoda para Trebucq cuando los entrevistados hablaban de los problemas locales: “Más que nada la falta de trabajo, no hay trabajo, despiden, cierran empresas…”, señalaban, describiendo la situación de Quilmes sin culpar a la intendencia ni dramatizar, solo con pragmatismo ciudadano y apuntando al gobierno de Milei que el comunicador tanto defiende.
Otra vecina resumía con simpleza: “Era lo que se esperaba, bueno, lo que se espera”. La ciudadanía hablaba con claridad, y Trebucq, entre frustración, mascullamiento de palabras ininteligibles, y asombro, parecía entender que la calle no tiene obligación de cumplir con los deseos de un canal o de sus amistades políticas.
Sublime incredulidad
Incluso al comentar los resultados de Fuerza Patria, que ganó por alrededor de 13 a 14 puntos sobre La Libertad Avanza, los vecinos no exageraban: “Pensamos que fue una buena elección. Una buena elección”. “Mirá , 3 a 0”, decía perplejo Trebucq entre la incredulidad y la resignación.
Al final, Quilmes mostró que la realidad es tozuda y puede ser impensada para algunos.
El móvil de LN+ terminó reflejando la desconexión de ciertos medios con lo que ocurre en la calle. Los vecinos no siguieron ningún libreto ni se indignaron por obligación: “Sí, sí, sí, así que bueno”, resumía otra mujer con naturalidad, mientras el periodista oficialista procesaba que la ciudadanía decide por sí misma, sin necesidad de espectáculos mediáticos ni guiones de indignación prefabricada.

