“Normalizándonos”. Con ese gerundio el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo celebró la apertura de las importaciones luego de que Mercado Libre habilite las compras puerta a puerta desde proveedores extranjeros y aparecieran ofertas en artículos de tecnología.
La publicación de Caputo debería tener un asterisco. Las imágenes que compartió, con las ofertas de la plataforma, no incluyen los costos de importación que llevan el desembolso final a cifras muy similares a los ya existentes en casas de electrodomésticos nacionales.
Al margen de eso, también le recordaron al Ministro el fragmento del célebre film Plata Dulce donde el protagonista Carlos Bonifatti, interpretado por Federico Luppi, regresa de Miami eufórico por la revalorización del peso y su rendimiento en el extranjero.
“Usted esta en esta parte de la pelicula”, señaló con ironía el periodista de tecnología Julio Ernesto Lopez, junto al recorte del fragmento. Lo que ocurre más tarde es conocido no sólo para quienes vieron el filme sino también para los que vivieron el proceso de desindustrialización que sufrió Argentina durante la última Dictadura Militar.
El fragmento de Plata Dulce que compartió el periodista López.
¿Puede haber una remake de Plata Dulce en el gobierno de Javier Milei?
El modelo económico de José Alfredo Martínez de Hoz, que muchos asemejan al de Luis Caputo en ésta gestión de Javier Milei, tuvo un buen impacto financiero y bursátil en lo inmediato a partir de la liberación de precios y mercado cambiario. Ese es el momento histórico que refleja el fragmento de Plata Dulce. No obstante, el modelo fue insostenible y generó una debacle económica en muy corto plazo.
La deuda externa pasó de 9.700 millones de dólares en 1976 a 45.100 millones de dólares en 1983. La inflación, que en 1976 había sido de 444 por ciento, bajó en 1977 al 176 por ciento anual, pero para 1982 ya era nuevamente del 209 por ciento anual. En tanto que la pobreza, que en 1976 era del 5,7 por ciento, para 1982 rozaba el 20 por ciento. Esas cifras, duras, no reflejan el impacto social que tuvieron las medidas ejecutadas por Martínez de Hoz.
El final de Plata Dulce, que es la historia de una estafa, se contextualiza en la profunda crisis bancaria que sufrió el país a principios de los ’80 con la quiebra de varias instituciones financieras. Escenario que se repitió luego durante la crisis del 2001. ¿Podría repetirse en los próximos años?
La historia reciente de la economía nacional refleja que la liberación total de importaciones fracasó en el largo plazo, principalmente por su impacto en el desempleo y la fuga de capitales. Si bien permitió la compra de bienes a menor precio, y una inicial apreciación del peso respecto al dólar, el mismo se volvió insostenible y obligó más temprano que tarde a fuertes devaluaciones. El crawling peg de Caputo tiene varias similitudes con “la tablita” de Martinez de Hoz.
A diferencia de aquel gobierno dictatorial, Milei sostuvo la mayoría de las restricciones y sólo habilitó un cupo de importaciones, no mayor a 3.000 dólares. Tampoco eliminó aún el cepo cambiario, ni estableció una equivalencia artificial del dólar con el peso. Eso permite que varias industrias nacionales puedan sostener su mercado interno. Dependerá de las próximas decisiones económicas la continuidad de su modelo.


