Mauricio Macri suspendió el viaje a Rosario pautado para este miércoles con motivo de la celebración por el Día de la Bandera. Las razones fueron meramente de seguridad, ya que desde el Gobierno aseguraron que “grupos violentos” estaban armando actos para opacar el evento.
En un comunicado, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio explicó: “Con motivo de haber recibido notificaciones de los responsables de la seguridad presidencial y del gobierno de la Provincia de Santa Fe donde se indicaba que se debía reforzar las medidas de seguridad para evitar la posibilidad de que se generen disturbios en las calles de Rosario de organizaciones políticas, se suspenderá mañana la asistencia del Presidente a esa Ciudad para la celebración del Día de la Bandera”.
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Por otra parte, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, sostuvo: “No le queremos hacer el juego a los violentos porque es la Argentina que queremos dejar atrás y no hay lugar para eso”. El funcionario aclaró que se esperaba la presencia de “organizaciones sindicales, de izquierda y, sobre todo, kirchneristas, que no se dieron cuenta de que la sociedad votó por un cambio”.
De Andreis continuó: “Más que por la seguridad del presidente, la decisión está basada en que lo que más queremos es que los rosarinos puedan festejar en paz el Día de la Bandera, que sea una fiesta, la seguridad de los rosarinos y todos los disturbios que se generan o querían generar para empañar esta fiesta”, dijo y agregó: “No le queremos hacer el juego a los violentos porque es la Argentina que queremos dejar atrás y no hay lugar para eso”.
Macri tenía previsto tomar juramento a alumnos de distintas escuelas durante la mañana y posteriormente, se procedería al izamiento de la bandera en el mástil mayor de Rosario y luego se entonaría el Himno Nacional. La actividad, entonces, será atendida por el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y la intendenta local, Mónica Fein.
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