El ex arquero de Gimnasia y actual de Independiente, Rodrigo Rey, y su pareja, María Laura Cáceres, atravesaron durante meses una batalla silenciosa: el colegio José Manuel Estrada de City Bell les había comunicado que sus hijos, Renata y Benicio, no serían readmitidos para el ciclo lectivo 2025. La decisión golpeó especialmente al menor, diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), y la familia entendió que detrás del rechazo había un acto de discriminación.
La notificación llegó en octubre de 2024. Pese a las reuniones y pedidos de explicaciones, la institución educativa mantuvo firme su postura. Para Rey y su esposa, aquello no solo vulneraba el derecho a la educación inclusiva de Benicio, sino que también dejaba a los hermanos sin continuidad escolar sin un motivo justificado. Ante la imposibilidad de encontrar respuestas, la pareja presentó un amparo en el Juzgado de Garantías del Joven N°3 de La Plata.
Escuela de City Bell busca excluir a los hijos de Rodrigo Rey
La resolución llegó ahora, y con un peso que excede a la familia del futbolista. El tribunal hizo lugar al amparo y calificó lo ocurrido como un caso de “discriminación indirecta”: la exclusión de los niños generaba un impacto desproporcionado por motivos de discapacidad, y el colegio no logró justificar que su decisión respondiera a una finalidad legítima.
El fallo ordena a la Fundación José Manuel Estrada garantizar la continuidad escolar de ambos menores “hasta la finalización de sus ciclos educativos”: nivel secundario en el caso de Renata y nivel primario y secundario para Benicio. Además, exige que se realicen ajustes razonables para asegurar la inclusión del niño con TEA y que todo el personal de la institución reciba capacitación en discapacidad y derechos humanos, como garantía de no repetición.
La resolución también dedica un tramo al vínculo entre familia y escuela, instando a ambas partes a reconstruir un clima de respeto, diálogo y cooperación que permita que los chicos transiten su escolaridad de manera “armónica, digna y potenciadora de sus capacidades”.
Para muchas familias con hijos con condiciones dentro del espectro autista, el fallo representa un alivio y un antecedente relevante. La experiencia de Rey puso en evidencia que, en distintas jurisdicciones del país, la educación inclusiva no siempre está garantizada y que persisten barreras que la justicia empieza a obligar a derribar.

