¿Viste cuando alguien te dice “¿sabías que hoy también es el Día Internacional del Hombre?” y tu primera reacción es levantar una ceja? Bueno, la pregunta se repite todos los 19 de noviembre, porque sí: la fecha existe, es oficial y hasta tiene el respaldo de organismos internacionales. Y aunque parezca algo inventado para equilibrar el álbum del calendario, la historia es bastante más seria de lo que suena.
Una fecha que muchos desconocen
El Día Internacional del Hombre empezó a gestarse en 1992 y se celebró por primera vez a nivel global en 1999.
Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas, estableció ese día en 1992. La idea detrás no fue armar un “contrapeso” del Día de la Mujer, sino trabajar sobre temas que venían siendo ignorados en silencio: la salud masculina, los hábitos de prevención y la forma en que ciertos mandatos culturales afectan a los varones.

Incluso la UNESCO respaldó la iniciativa, viendo en ella una manera de sumar equilibrio y promover roles masculinos más saludables.
Pero… ¿por qué la salud masculina?
Aunque suene extraño, los hombres —en promedio— viven menos. La OMS lo señala desde hace años: los varones suelen exponerse más a riesgos laborales, adoptan hábitos menos saludables y tardan más en consultar al médico. Y cuando finalmente van, muchas veces minimizan síntomas o directamente se los callan. Resultado: diagnósticos tardíos, enfermedades evitables y una brecha de esperanza de vida que sigue sin cerrarse.

Por eso la fecha insiste tanto en la prevención: controles médicos, chequeos simples y un cambio de chip para entender que cuidar la salud no “resta hombría”, sino que suma vida.
Masculinidades: un tema en movimiento
Otro eje de este día tiene que ver con repensar las masculinidades. No desde un lugar solemne, sino práctico: ¿qué modelos queremos transmitir? ¿Qué tipo de vínculos construimos? ¿Cómo impactan los estereotipos en el bienestar emocional de los varones?
El Día Internacional del Hombre busca justamente destacar ejemplos positivos: padres cercanos, docentes que acompañan, amigos que escuchan, hombres que no necesitan esconder emociones detrás de una muralla.
Sí, también tiene detractores
No todo es consenso. Muchos señalan que esta fecha genera ruido en un contexto donde aún persisten desigualdades que afectan principalmente a mujeres y diversidades. Y es cierto que el Día del Hombre tiene menos reconocimiento y circulación. Pero sus defensores sostienen que la clave está en no contraponer, sino sumar miradas para entender cómo las normas culturales impactan en todos los géneros.
En definitiva, más allá de la sorpresa inicial (la que aparece cada 19 de noviembre cuando alguien dice “¿de verdad existe eso?”), el Día Internacional del Hombre propone algo simple como es mirar de cerca la salud, el bienestar y los desafíos que también atraviesan a los varones.
Y, por qué no, aprovechar para charlar un poco más honestamente sobre cómo vivir los años que los varones tienen por delante.

