Los clásicos en el fútbol argentino suelen tener un impulso especial. Así como el perdedor puede resultar muy herido, con técnicos en la cuerda floja, dirigentes apuntados e hinchas furiosos, el vencedor se lleva algo más que tres puntos. Caso contrario ocurrió con el reciente Clásico Platense, donde ambos equipos tuvieron un cambio radical luego de enfrentarse entre sí.
Luego del 2-0 en el Estadio de UNO, donde el Estudiantes se impuso con goles de Edwuin Cetré y Guido Carrillo, el panorama para ambos equipos parecía ser claro: el Pincha se terminó de recuperar de la eliminación copera ante Flamengo, se ubicó en el primera posición de la Zona A y se ilusionaba con entrar a las copas internacionales por tabla anual.

Gimnasia, en cambio, recientemente había despedido a su DT, Alejandro Orfila, y Fernando Zaniratto fue el elegido para el tramo final del campeonato. El equipo no mostró reacción, pudo ser goleado por su máximo rival y se fue de UNO lleno de dudas y con una gran preocupación. Ahora sí corría riesgo la permanencia y lo próximo era River en el Monumental.

Cómo fue el camino de cada uno luego del Clásico Platense
Contrariamente a las esperables secuelas que deja un clásico, tanto para el vencedor como para el vencido, el enfrentamiento entre sí fue un punto de inflexión para ambos. A partir de allí el equipo de Domínguez no volvió a ganar y el equipo de Zaniratto no volvió a perder, incluso sin recibir goles en contra.
Un giro abrupto de la situación que cambió el destino de los dos equipos. El Pincha cayó ante Boca, Tigre y Argentinos, se quedó afuera de toda chance copera en la tabla anual, entró por la ventana a los playoffs (en la octava posición) y Eduardo Domínguez atraviesa uno de sus peores momentos del ciclo, teniendo en cuenta los malos resultad y la falta de respuesta del equipo.

Por su parte, el Lobo reaccionó a partir de un histórico triunfo en el Monumental, que le aseguró la permanencia en Primera, y luego se impuso consecutivamente ante Vélez y Platense. Convirtió seis goles, no recibió ninguno y sumó 9 de 9, logrando así meterse por primera vez en los playoffs del campeonato (lo hizo en la séptima posición de la Zona B).
Además, Zaniratto se ganó el respeto de los hinchas, metió mucha mano en el equipo y los resultados lo acompañaron, a tal punto que hoy, a la espera de los octavos de final ante Unión, es el principal candidato para el cargo de cara a la temporada 2026.

¿Qué será de ambos en los playoffs?
Con rachas completamente opuestas, con técnicos atravesando momentos diferentes en cada club e incluso con un plantel que aparenta estar mucho más ambicioso que el otro, Estudiantes y Gimnasia disputarán los octavos de final del Clausura con el objetivo de llegar lo más lejos posible y, por qué no, con la ilusión de estar en la gran final que se disputará en el Madre de Ciudad de Santiago del Estero. Eso sí, solo uno de ellos podrá llegar al partido definitorio, ya que de avanzar, se cruzarán en las semifinales del campeonato.


