El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) presentó los datos económicos del último trimestre del año pasado, y concluyó que durante el 2020 el PBI argentino se achicó un 9,9%, derivado del parate económico producto de la pandemia.
A excepción de los sectores de electricidad, gas y agua y los de intermediación financiera, todo el resto de los sectores analizados en el informe se vieron disminuidos en su actividad respecto del año anterior, lo que configuró el peor registro desde la crisis de 2002.
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Sin embargo, el dato alentador es que, si bien en el cuarto trimestre el PBI cayó 4,3% con respecto a igual período de 2019, avanzó 4,5% respecto del tercer trimestre de 2020. Lo cual, pronostica el aclamado rebote de la economía que el ministro Guzmán plasmó en un 5,5% para este año, y ahora analizan ampliar el pronóstico a un 7%.
En la comparación con el tercer trimestre, se observaron subas en todos los componentes de la demanda agregada, con excepción de las exportaciones (-8,7%): la formación bruta de capital fijo aumentó 17,3%, el consumo privado creció 4,2% y el consumo público se incrementó 1,3%, mientras que las importaciones aumentaron 14,1%, indicó la publicación del Indec.
En tanto que en relación con el cuarto trimestre de 2019, este último presentó una disminución significativa de las exportaciones en 32% y del consumo público una reducción del 8,1%. El desglose por sectores, muestra la caída significativa de hoteles y restaurantes (-53,8%), servicios comunitarios y sociales (-24,3%), pesca (-21.8) y transporte (-18,9%), entre los más perjudicados.
El consumo, como es costumbre, volvió a representar la mayor parte del Producto Bruto argentino: “Medido a precios corrientes, el consumo privado fue el componente más importante de la demanda (representó 63,6% del PBI), seguido por las exportaciones (16,6% del PBI) y el consumo público (16,2% el PBI). Por su parte, la formación bruta de capital alcanzó el 13,8% del PBI”, indicó el informe oficial.
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