La Ley provincial Nº14.848 fue sancionada el 4 de octubre de 2016 y publicada en el Boletín Oficial ese mismo mes. La norma, impulsada por el dirigente del Frente Renovador Sebastián Galmarini, establece el principio de paridad de género para todas las listas de candidatos a cargos electivos en la provincia —diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros escolares—, obligando a integrar las listas con un 50% de mujeres y 50% de varones, en alternancia binaria (binomios mujer-varón o varón-mujer) y considerando como género el que figure en el DNI.
La sanción provincial antecede y complementa la ley nacional de paridad (Ley 27.412 de 2017). Ayer la norma cumplió 9 años, pero ¿se cumple formal o sustantivamente? Veamos.
De manera formal, la norma se cumple porque es ley y la Junta Electoral es estricta, aunque en varias ocasiones se ha intentado sortearla, la vía judicial puso todo en su lugar rápidamente. La primera discusión vino cuando hubo Elecciones Primarias Abiertas, Obligatorias y Simultáneas (EPAOS) dado que, en ese momento, al tener que intercalar candidatos del mismo partido luego de la interna disfrazada, se dieron discusiones por el género de quienes ingresaban a la lista de candidatos y candidatas.
Eso quedó aclarado por el Decreto provincial 266/2019, que regula aspectos de integración de listas cuando se conforman listas definitivas a partir de varias listas internas en las PASO, buscando garantizar la alternancia en la nómina final. Textualmente, en su artículo N°1 dice: “El principio de paridad de género consagrado por la Ley N°14.848 se entiende como la conformación de listas integradas por candidatas y candidatos de manera intercalada, en forma alterna y secuencial, en la totalidad de la lista, de modo tal que no haya dos (2) personas continuas del mismo género en una misma lista”. Hoy, sin EPAOS, todo se ordenó, al menos por ahora. Fin de la discusión formal. Vayamos a la sustantiva.
EL PODER REAL LO SIGUEN TENIENDO LOS HOMBRES
Si ponemos la lupa en los municipios, la provincia de Buenos Aires está compuesta por 135 intendencias, de las cuales 11 están gobernadas por mujeres, lo que representa el exiguo y poco real en paridad del 8,15% del total. La ley no obliga a colocar candidatas en las intendencias, pero es claro que el poder real lo siguen teniendo los hombres al momento de decidir en las estructuras partidarias. Si bien el número de mujeres que mandan creció desde 2019, cuando eran solo 6, el número sigue siendo muy dispar.
Las intendentas bonaerenses hasta hoy son: Mariel Fernández (Unión por la Patria, Moreno), Mayra Mendoza (UP, Quilmes), Marisa Fassi (UP, Cañuelas), María Celia Gianni (UP, Carlos Tejedor), Blanca Cantero (UP, Presidente Perón), Soledad Martínez (JxC, Vicente López), Fernanda Astorino (JxC, Capitán Sarmiento), Erica Revilla (JxC, General Arenales), María José Gentile (JxC, Nueve de Julio), Sofía Gambier (JxC, Pellegrini) y Miriam Lucía Gómez (Unión y Libertad, González Chávez).
Si se divide en partidos políticos, el peronismo y Juntos por el Cambio se reparten el tablero con cinco jefas comunales cada uno. Lucía Gómez le sumaba una más al partido amarillo, pero dio el salto y hoy representa a los dialoguistas de Unión y Libertad. Ni La Libertad Avanza ni el radicalismo puro cuentan con intendentas bonaerenses.
Si lo filtramos por secciones electorales, la Quinta, la Séptima y la Octava no tienen alcaldesas en sus municipios; la Tercera y la Cuarta tienen tres; la Primera y la Sexta, dos; y la Segunda solo una.
¿Y LA LEGISLATURA?
La Legislatura bonaerense está compuesta por 46 miembros, de los cuales 25 son senadores y 21 senadoras (en el recambio legislativo de diciembre el número se mantendrá), y 92 bancas en Diputados conformada 46 mujeres y mismo número de varones, pero a partir del 10 de diciembre de 2025, el número de mujeres baja a 43. Un caso para destacar es el bloque Unión y Libertad en la Cámara baja: tiene 6 miembros, de los cuales 5 son mujeres, pero el presidente es el único varón del sector. Para muestra…
Si bien la Ley 14.848 de paridad ordenó el balance y se componen de manera medianamente igualitaria entre hombres y mujeres, el poder real sigue estando, cuando no, en los legisladores hombres.
El tema de dejar de lado los puestos de decisiones reales a las mujeres no conoce de partidos políticos ni de ideologías, salvo honrosas excepciones.
De los 17 bloques que hay entre ambas Cámaras, tan solo tres están conducidos por mujeres. En Senadores hay 7 bloques, todos gobernados por hombres, salvo Unión por la Patria, que lo encabeza María Teresa García. En Diputados hay 10 bloques, dos presididos por mujeres: Maricel Etchecoin Moro (Coalición Cívica) y Laura Cano Kelly (PTS-Frente de Izquierda Unidad).
En las comisiones la cuestión no cambia ni mejora, en Diputados hay 46 comisiones, de las cuales 30 son presididas por mujeres. En tanto que, en el senado, son 56 las comisiones y tan sólo 11 las encabeza una legisladora.
PARA UNA PARIDAD REAL FALTA, Y MUCHO
Son varias las organizaciones y sectores de la política que siguen luchando por una paridad transversal, que abarque todos los poderes y niveles del Estado provincial. También reclaman mecanismos de sanción más efectivos para los partidos que incumplen o tergiversan la norma en la práctica, para alertarlos sobre el dicho nacional: “hecha la ley, hecha la trampa”.
A ocho años de su sanción, la Ley de Paridad de Género en Buenos Aires se consolidó como un logro político y cultural, pero su eficacia depende de la voluntad de los partidos y del control institucional. No hay un convencimiento pleno de las cúpulas dirigenciales que controlan la política bonaerense. Aunque el avance ha sido claro, la Provincia está en pleno nacimiento de una paridad real que aún no logra vislumbrarse en lo práctico.
La igualdad numérica está garantizada. La igualdad de poder, todavía no.