A dos semanas del recambio legislativo, la bancada oficialista del Senado bonaerense experimentará algunos “retoques”, muy vinculados al toma y daca característico de la rosca política. El senador olavarriense Dalton Jauregui dejará la banca que obtuvo en las elecciones de 2017 para darle paso a la azuleña Lucrecia Egger.
Se trata de un movimiento acordado hace dos años y que se planeó para equilibrar fuerzas entre los intendentes que dominan la sección: Ezequiel Galli, de Olavarría, y Hernán Bertellys, de Azul. La hoja de ruta trazada para Jáuregui le garantizaba dos años de mandato que terminarán en la próxima sesión. Y le abren las puertas a una dirigente muy cercana a Bertellys.
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Es que Egger es pareja del Jefe de Gabinete y Gobierno, Alejandro Vieyra, que camina junto al intendente desde los tiempos en los que ambos se movían bajo la órbita del ministro de Infraestructura sciolista, Alejandro Arlía, ya fallecido.
El senador saliente, en tanto, fue jefe de Gabinete de Ezequiel Galli durante los primeros años de gobierno. En Olavarría aseguran que Galli y Jáuregui nunca se llevaron bien, y que la terminal del senador es el Jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, quien lo envió para “monitorear” los primeros pasos de la gestión.
La movida no está exenta de polémicas: Jauregui optó por una licencia y no por la renuncia al cargo no como “reaseguro”, sino para evitar que entre en acción la ley de igualdad de género, que le daría paso al gallista “puro” Juan Carrara, quien, por su parte, tiene mandato como diputado a partir del 10 de diciembre. Al no dejar la banca de manera definitiva, permite que Egger, primera suplente de la lista, asuma el cargo. Para que Bertellys respire tranquilo.
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