Lo que pretendía ser una aventura ribereña terminó convirtiéndose en un llamado de emergencia. Cerca de las once de la mañana, una vieja pick-up se internó en el Río de la Plata desde Palo Blanco en la ciudad de Berisso con la (a la luz de los hechos, imprudente) idea de cruzar hasta la Isla Paulino.
Aprovecharon la bajamar, pero la naturaleza les jugó una mala pasada: la marea empezó a subir rápido, el barro del lecho se volvió una trampa y el vehículo quedó encajado, sin forma de retroceder.
La marea que los sorprendió
En cuestión de minutos, la camioneta quedó hundida hasta la mitad y luego completamente cubierta por el agua. Desde la costa, algunos vecinos vieron la escena y llamaron al 911 creyendo que sus ocupantes habían quedado atrapados adentro.
Según explicaron miembros de Defensa Civil, los ocupantes del rodado entraron queriendo cruzar desde Palo Blanco hacia la isla y se quedaron encajados en el agua. Los representantes de esa entidad de Berisso acudieron tras un aviso porque pensaron que seguían en el vehículo. En realidad, los jóvenes habían salido nadando hasta la orilla. 
Ante la alarma inicial, el área montó un operativo con embarcación propia para verificar la situación. “Nos informaron que los ocupantes seguían adentro, así que salimos en bote para corroborar. Pero cuando llegamos, los chicos ya estaban a salvo en la costa”, detalló el funcionario.
El despliegue fue inmediato, ya que en este tipo de casos cada minuto cuenta: una inmersión vehicular puede volverse fatal en segundos si el agua ingresa a la cabina. Por suerte, no hubo heridos ni intoxicados, aunque la postal y el video que circula por redes sociales generaron sorpresa entre quienes lo vieron tanto en vivo como en lsus pantallas.
Un vecino logró grabar ese breve video donde se ve la camioneta ya con la cabina completamente bajo el agua. El barro, el peso del vehículo y el avance del río hacen imposible retirarla. 
Desde DC dijeron que “la camioneta va a quedar ahí, no la va a sacar nadie”.
Un cruce imposible y una advertencia que se repite
La Isla Paulino, además de ser un destino turístico y productivo clásico para los berissenses, tiene un acceso natural muy limitado.
Lo habitual es llegar en lancha desde el muelle local, pero cada tanto alguien intenta hacerlo por su cuenta, ya sea caminando o en vehículo, desconociendo los riesgos del río y los bruscos cambios de marea.
En este caso se metieron cuando estaba la playa al descubierto, pero el agua empezó a subir. Entre Palo Blanco y la isla les ganó el río. La camioneta se encajó y el agua terminó tapándola. 
Los lugareños remarcan cómo una zona aparentemente transitable puede quedar totalmente sumergida en pocos minutos.
Desde Defensa Civil insistieron una vez más en su recomendación: no ingresar con vehículos al Río de la Plata, respetar los horarios permitidos y meterse al agua únicamente en zonas habilitadas, con guardavidas presentes. Según afirman no hay que confiarse porque en minutos el río cambia, y lo que parece firme se convierte en un pantano.
La vieja rastrojera, ahora perdida entre barro y marea, quedó como testigo silencioso de una imprudencia que —por suerte— no terminó en tragedia, pero que volvió a recordar una verdad simple: al río, muchachos, hay que respetarlo.

                                    