La Libertad Avanza (LLA) consiguió quórum para tratar el proyecto de presupuesto 2026 enviado por Javier Milei y forzó con polémica la votación en particular por capítulos y no por artículos.
El oficialismo tuvo el acompañamiento de la UCR, PRO y bloques provinciales para debatir la ley de leyes y el proyecto de Inocencia Fiscal.
Sin acuerdos en labor parlamentaria, LLA puso en votación el acuerdo de labor parlamentaria del día 16 de diciembre lo que le permite avanzar en la votación por capítulos (42 a 29).
El peronismo rechazó la votación por considerarla “violatoria del reglamento interno” dado que consideró que por no haber acuerdo de labor este viernes se necesitaba apartarse del reglamento con 2/3 de los votos.
Una sesión que empezó picante
En ese marco de fuerte tensión parlamentaria, el jefe del interbloque peronista en el Senado, José Mayans, cuestionó duramente el tratamiento del Presupuesto 2026 y denunció un “tratamiento exprés” impulsado por el oficialismo. El legislador formoseño advirtió que, al no haber acuerdo de labor parlamentaria, el Gobierno necesitaba reunir dos tercios para avanzar y acusó a La Libertad Avanza de “violentar el reglamento y la Constitución”.
Mayans apuntó directamente contra la presidenta del bloque oficialista, Patricia Bullrich, a quien responsabilizó por el manejo de la sesión. “Bullrich se olvida o no conoce el reglamento. Inoperante como ministra de Seguridad, inoperante como presidenta del bloque”, lanzó, y denunció además un avasallamiento a los fueros parlamentarios: “Tratan a los fueros de los senadores como basura. No se pueden meter a nuestros despachos”.
Pese a las críticas, Bullrich consiguió su primer triunfo político en el Senado al imponerse en la votación que definió el mecanismo para aprobar la ley de leyes. Tras una semana de negociaciones para reunir los votos necesarios, el oficialismo logró destrabar el inicio del debate y avanzar con la estrategia de votar el Presupuesto por capítulos, un esquema que busca limitar cambios y blindar los artículos más sensibles del texto.
Desde la oposición también expresó su rechazo el senador Jorge Capitanich, de Fuerza Patria, quien cuestionó el enfoque del proyecto enviado por el Ejecutivo. “No sólo es equilibrio fiscal, que es muy importante, sino también equilibrio monetario y equilibrio del sector externo”, sostuvo, y reclamó que el Senado discuta “la tendencia secular del estancamiento en la Argentina” antes de convalidar el rumbo económico propuesto por el Gobierno.
Las críticas se ampliaron con la intervención del senador pampeano Daniel Pablo Bensusán, quien calificó al Presupuesto 2026 como “ilegal, ilegítimo e inmoral”, al advertir sobre el impacto del artículo 61 en las cajas previsionales provinciales. Según explicó, el Gobierno nacional busca condicionar a las provincias en el giro de fondos para jubilaciones. “Nación tiene que emprolijar los números y pagar lo que le deben a las provincias”, reclamó, al tiempo que recordó que “las cajas son de los trabajadores activos y los jubilados”.
En paralelo, el radical Maximiliano Abad adelantó el acompañamiento de su bloque al Presupuesto 2026, aunque marcó reparos sobre el sesgo del ajuste planteado por el Ejecutivo. El senador bonaerense sostuvo que la Argentina necesita una agenda orientada al desarrollo productivo, con especial atención en sectores como la pesca y el turismo, y remarcó que contar con un presupuesto aprobado es “indispensable para el funcionamiento de la República y para recuperar credibilidad institucional”.
Sin embargo, Abad expresó una fuerte preocupación por la reducción de partidas destinadas a educación y ciencia, áreas que consideró estratégicas para cualquier proyecto de crecimiento sostenido. En ese sentido, recordó que la inversión en ciencia y tecnología representa actualmente apenas el 0,149% del PBI y cuestionó la mirada del oficialismo sobre el rol del conocimiento en el desarrollo económico.
Mientras el debate avanzaba en el recinto, el Gobierno intensificó las gestiones políticas fuera de escena. El ministro del Interior, Diego Santilli, se acercó al Congreso para reunirse con la senadora Patricia Bullrich, en una señal de la presión oficialista por asegurarse los votos necesarios para la aprobación del Presupuesto 2026 en una sesión atravesada por tensiones reglamentarias y fuertes cuestionamientos de la oposición.
El artículo 30, el foco del conflicto en el Senado
La propuesta de presupuesto llegó a sesión sin el polémico capítulo 11 que derogaba las leyes de financiamiento universitario y discapacidad, y que el gobierno nacional decidió no insistir para evitar que el proyecto retorne a Diputados.
El eje del conflicto es el artículo 30, que propone eliminar los pisos mínimos de financiamiento para áreas estratégicas como Educación, Ciencia y Tecnología, Educación Técnico Profesional y el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef).
La oposición anticipó que buscará rechazar ese artículo por considerar que vacía de contenido leyes vigentes y deja sin garantías presupuestarias a sectores sensibles.
Actualmente, la legislación establece destinar el 6% del PBI al sistema educativo, el 1% al financiamiento de Ciencia y Tecnología, el 0,2% del presupuesto educativo a la Educación Técnico Profesional y el 0,8% del gasto presupuestario al reequipamiento de las Fuerzas Armadas.
Si el Senado introduce modificaciones sobre los artículos en disputa, el proyecto deberá volver a la Cámara de Diputados para su nuevo tratamiento. Con el calendario parlamentario avanzando y el cierre del año a la vista, ese ida y vuelta podría dejar al Gobierno sin margen político ni temporal para aprobar el Presupuesto en el corto plazo.

