El Gobierno dio un paso clave en el Congreso y consiguió asegurarse el dictamen de mayoría para el Presupuesto 2026, en la antesala del recambio legislativo que modificará las relaciones de fuerza en la Cámara baja. El avance no fue lineal: la definición se destrabó con el voto doble del presidente de la Comisión de Presupuesto, Bertie Benegas Lynch, tras un empate en 20 firmas entre el oficialismo y Unión por la Patria. Con el acompañamiento del PRO, sectores de la UCR, Innovación Federal y fuerzas provinciales, La Libertad Avanza logró imponerse en una pulseada áspera en la que la oposición buscó retener influencia antes del 10 de diciembre.
“Hasta la semana pasada no teníamos dictamen y hoy lo conseguimos”, celebró un diputado opositor que trabajó en uno de los textos. Sin embargo, la doble firma de Benegas Lynch, quien reemplazó a José Luis Espert tras su salida en medio del escándalo por presuntos vínculos con el narcotráfico, inclinó el resultado final en favor del oficialismo y sus aliados más cercanos.
Qué pasó y cómo se definió el dictamen
De este modo, quedaron conformados cuatro dictámenes: el de La Libertad Avanza (21 firmas), que acompaña sin modificaciones el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo; el de Unión por la Patria (20), que rechaza la iniciativa e incorpora partidas para universidades, discapacidad y el Hospital Garrahan; uno alternativo de Encuentro Federal, Democracia para Siempre y el MID (6), que respalda el equilibrio fiscal pero reincorpora leyes vetadas; y el del Frente de Izquierda (1), que propone el rechazo total.
Mientras tanto, el oficialismo movió piezas para intentar postergar la firma del dictamen y trasladar la discusión a la nueva composición de la Cámara. Benegas Lynch encabezó una reunión “blue” junto a funcionarios y diputados aliados, con el objetivo de ganar tiempo y negociar con una bancada más robusta luego del recambio parlamentario.
El Gobierno también buscó enviar señales políticas. La presencia del futuro ministro del Interior, Diego Santilli, en la comisión (aún sin renunciar a su banca) fue leída como un gesto hacia los gobernadores y los bloques dialoguistas.
En defensa del proyecto, el salteño Julio Moreno Ovalle afirmó que “el presupuesto contiene un equilibrio fiscal sostenido, es el plan del Gobierno”. Su compañera libertaria Alida Ferreyra sostuvo que “el gobierno nacional a través del Presupuesto 2026 consolida los cimientos del orden y el equilibrio fiscal, eliminando a su vez el pernicioso impuesto inflacionario que asoló al país durante décadas”.
El proyecto proyecta una inflación del 10,1% para 2026, un crecimiento del PBI del 5% y un tipo de cambio oficial promedio de $1423. También prevé 4,8 billones de pesos para universidades, un aumento real del 5% en jubilaciones, 17% en salud, 8% en educación y 5% en pensiones por discapacidad, con más del 80% del gasto concentrado en áreas sociales.
Desde Unión por la Patria, Carlos Heller cuestionó la sustentabilidad de las cuentas públicas. “El proyecto de Presupuesto del oficialismo no tiene superávit fiscal, ya que oculta el déficit, porque no tiene en cuenta los intereses de gran parte de las deudas del Estado nacional”, planteó. Christian Castillo (FIT) sostuvo que “el proyecto del Gobierno quedó desfasado por la realidad, porque se cayó el programa económico y tuvieron que ir a pedirle el rescate a Donald Trump y a su secretario del Tesoro, Scott Bessent”.
Por fuera de ambos bloques, Oscar Agost Carreño afirmó que su dictamen busca “equilibrio fiscal, pero no discrecionalidad”, y Eduardo Falcone señaló que incorporaron fondos para “las tres leyes sancionadas por el Congreso… más una partida para la construcción de 90 kms de la ruta 5 entre Suipacha y Bragado”.
Extraordinarias y reformas en el horizonte
Mientras tanto, el Gobierno ya prepara el próximo capítulo. Manuel Adorni, designado jefe de Gabinete, anticipó que se convocará a sesiones extraordinarias desde el 10 de diciembre para tratar el Presupuesto y avanzar luego con reformas laborales, penales y tributarias. “Primero se discutirá el Presupuesto y luego las reformas que el Presidente considera fundamentales”, adelantó.
La oposición analiza si intentará forzar una sesión antes del cierre del período ordinario el 20 de noviembre, aunque hoy esa alternativa aparece más como advertencia política que como plan concreto. Lo que quedó claro es que cada voto empieza a cotizar más alto a medida que se acerca el recambio legislativo y el Gobierno busca consolidar su nueva correlación de fuerzas.

