Este jueves está convocado el Senado para sesionar con el único objetivo de poder aprobar el “mini presupuesto” o “ley corta”, que le permita al Ejecutivo refrescar con endeudamiento las arcas provinciales y así poder hacerle frente a la última parte del año. Hay dos números mágicos que debe alcanzar el oficialismo para poder darle una alegría al gobernador Axel Kicillof: 24 senadores sentados para el quórum y luego juntar 31 manos alzadas que voten a favor de esta Ley. A esta hora no tiene ninguno de los dos números en cuestión. Veamos el por qué.
La interna peronista sigue su curso, las aguas no se calmaron por esta tregua electoral que tuvo su primera parada victoriosa el 7 de septiembre y continúa al 26 de octubre. El gobernador no la tiene fácil en la Cámara Alta. El oficialismo tiene 21 bancas, pero solo solo Pedro Borgini y Ayelén Durán son los kicillofistas puros. El resto de la tribu se divide entre La Cámpora, intendentistas, un representante de Grabois (Federico Fagioli) y una massista (Sofía Vanelli).
El cristinismo no está totalmente decidido a darle esta herramienta “corta” al gobernador, lo que intenta es que se debata el presupuesto de manera integral. “No sé de donde sacaron que no vamos a bajar”, afirmó una fuente cercana a la bancada K. Hubiera sido más sencillo y esclarecedor que la respuesta hubiese sido “bajaremos y daremos quórum”.
“Siempre se le votó todo al gobernador, es más, en comisión se le dio despacho favorable al proyecto en su momento, pero quisiéramos un debate más profundo por el Presupuesto”, sostienen desde ese sector. Con la casi seguridad de que los votos positivos Magario no los consiguió, La Cámpora quedará “bien con poca plata”, como reza el dicho popular.
Si los planetas se alinean y los 21 senadores de Unión por la Patria bajan y votan favorablemente (sería algo inédito en este año legislativo), estaría a 10 voluntades de aprobar el proyecto. La UCR tiene seis votos, el PRO cuenta con nueve, SOMOS aporta dos votos y Unión y libertad, tres. De todos estos votos opositores, potencialmente negociables, con el 50% se gira a Diputados. Es la negociación que se está llevando a cabo en estos minutos y a contrarreloj, pero ninguno de los consultados sobre el resultado es optimista en que la Ley tenga media sanción.
QUÉ PIDE LA OPOSICIÓN
El jueves de la semana pasada, el titular del bloque del PRO Christian Gribaudo se reunió con Magario. No hubo un sí explicito del bloque amarillo, pero prometieron acompañar. Una consiga quedó en el aire a modo de compromiso: bajar al recinto si bajan los 21 del oficialismo. En este punto se vive algo que ya ocurrió meses atrás cuando se intentó por primera vez darles media sanción a las reelecciones eternas. Como no bajaron los peronistas en bloque, los opositores que prometieron 4 votos para alcanzar el quórum, no se presentaron. La sesión del 21 de mayo finalmente se cayó.
El pedido más enfático de Gribaudo fue el fondo para los intendentes, que en el proyecto está previsto en 8% del endeudamiento que se consiga, pero también solicitó que se envíe el Presupuesto cuanto antes para debatirlo antes de diciembre.
UCR: SIN PRESUPUESTO NO HAY ENDEUDAMIENTO
Por el mismo camino anda el bloque UCR-Cambio Federal, aunque a diferencia del PRO, quiere discutir ya el Presupuesto 2026 y la Ley Impositiva, y lo pone como condición para aprobar este endeudamiento. En un comunicado de la semana pasada afirmaron que “sin Presupuesto no hay aval para nuevos endeudamientos”.
Los radicales, más Marcelo Daletto, el único monzoista que conforma el bloque, piden a su vez que se cumpla con la cobertura de cargos en organismos provinciales, empresas y, sobre todo, con las vacantes que están pendientes en la Suprema Corte.
Desde el Ejecutivo la respuesta fue tajante al advertir que esos cargos se negociarán con el Presupuesto 2026, ahora es solo una herramienta para llegar a fin de año y afrontar deuda que, como dijo Kicillof el lunes “los vencimientos más importantes que hemos asumido, tanto en marzo como en septiembre, son los que provienen de la deuda tomada por el gobierno de Vidal. Entonces lo único que necesitamos es una autorización para refinanciar los vencimientos porque si no hay que afrontarlos con recursos que vienen de la recaudación”.
Agustín Maspoli y Alejandro Cellillo, que formaron SOMOS luego de su salida de UCR-CF, no tiene una posición tomada y estirarán hasta último momento su decisión.
LIBERTARIOS Y EXLIBERTARIOS POR CAMINOS DISTINTOS
Los legisladores que ingresaron por La Libertad Avanza y hoy, luego de romper con Javier Milei en 2023, se denomina Unión y Libertad son tres: Carlos Kikuchi, Silvana Ventura y Sergio Vargas. Son los catalogados de dialoguistas y brindarían quórum si y solo si el peronismo baje completo, de lo contrario no aportarían nada para sesionar. En caso de que la sesión se plasme, no descartan “darle al gobernador las herramientas que necesita”, aseguraron.
Los cuatro libertarios “puros”, Carlos Curestis, Florencia Arieto, Clara Riva y Daniela Reich, están plantados en una oposición rígida y no tienen previsto ni dar quórum ni votar a favor de nuevos endeudamientos. Con este sector no hay margen de negociación alguna.