En el marco de la última sesión del senado en la que se trató el Presupuesto 2026,el senador nacional Martín Soria volvió a encender la polémica al denunciar en el recinto una presunta trama de vínculos entre el narcotráfico, el financiamiento político y sectores del empresariado argentino, con epicentro en la empresa Lácteos Vidal y ramificaciones que alcanzan a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a la senadora bonaerense libertaria María Florencia Arietto.
Durante su intervención, Soria aseguró que una avioneta caída en Entre Ríos con más de 350 kilos de cocaína estaría vinculada a una ramificación empresaria ligada a Lácteos Vidal. En ese marco, mencionó nombres y relaciones comerciales que, según afirmó, conectan a esa firma con transferencias internacionales, sociedades en el exterior y aportes a campañas políticas. El legislador también apuntó a supuestos giros de fondos provenientes de Estados Unidos y a la presunta financiación de la campaña presidencial de Bullrich en 2023.
Las declaraciones no surgieron en el vacío. Desde hace meses, Lácteos Vidal se encuentra en el centro de una controversia que combina denuncias judiciales, conflictos laborales prolongados y cuestionamientos políticos. La empresa, radicada en Carlos Casares, fue investigada por presuntos vínculos financieros irregulares y por su rol en una de las disputas sindicales más emblemáticas de los últimos años.
En ese contexto, la empresaria Alejandra Bada Vázquez, titular de la firma, negó de manera pública cualquier relación con el empresario Fred Machado (investigado en Estados Unidos por narcotráfico y lavado de dinero) y rechazó haber financiado campañas políticas. “No conocemos a esas personas ni hicimos aportes a ningún candidato”, sostuvo en reiteradas oportunidades, al tiempo que calificó las acusaciones como una operación política en su contra.
Sin embargo, los registros oficiales de la Cámara Nacional Electoral consignan un aporte realizado en 2023 a la alianza Juntos por el Cambio a nombre de Bada Vázquez, dato que fue incorporado en distintas denuncias públicas y que alimentó el debate político. A ello se suman informes societarios que muestran la existencia de firmas registradas en el exterior vinculadas a integrantes del grupo empresario, información que también fue citada por Soria al fundamentar sus acusaciones.
El conflicto laboral como antecedente clave
Más allá del plano financiero, el nombre de Lácteos Vidal quedó asociado a un largo conflicto con trabajadores nucleados en ATILRA, iniciado en 2018 y profundizado en 2022 con el despido de 29 empleados. En múltiples instancias judiciales, tanto laborales como penales, la Justicia determinó que no existió un bloqueo ilegal de la planta, sino una huelga legítima, ordenó reincorporaciones y aplicó multas económicas a la empresa por incumplimientos reiterados.
Ese expediente judicial se transformó en una bandera política para sectores que impulsaron una cruzada contra los bloqueos sindicales. Allí aparece con fuerza la figura de María Florencia Arietto, entonces referente del Movimiento Empresarial Antibloqueo (MEAB), quien asesoró públicamente a la empresa y promovió el caso como emblema de una supuesta “extorsión gremial”. Con el paso del tiempo, la estrategia fue desestimada por los tribunales, que rechazaron denuncias penales y fallaron sistemáticamente a favor de los trabajadores.
Desde el sindicato señalaron que el asesoramiento político y mediático recibido por la empresa terminó agravando su situación judicial. Fallos recientes no solo ratificaron las reincorporaciones, sino que incrementaron las multas diarias y abrieron la puerta a investigaciones por desobediencia judicial, acumulando deudas millonarias a favor de los empleados despedidos.
Bullrich, Arietto y una trama bajo la lupa
Las declaraciones de Soria vuelven a unir esos antecedentes laborales con el plano político y financiero. El senador puso el foco en el rol de Bullrich, tanto por los aportes declarados como por su respaldo público al movimiento antibloqueo y a empresarios enfrentados con sindicatos. En paralelo, volvió a quedar bajo la lupa la actuación de Arietto, hoy senadora bonaerense de La Libertad Avanza, quien construyó proyección política a partir de la defensa de empresas en conflicto y que luego se alineó con el oficialismo libertario.
Mientras Bullrich volvió a rechazar cualquier vínculo con actividades ilegales y defendió su historial en la lucha contra el narcotráfico, las acusaciones de Soria reactivaron pedidos de explicaciones sobre los aportes de campaña, los vínculos societarios y el entramado empresario que rodea a Lácteos Vidal.
Por ahora, las denuncias siguen en el terreno político y judicial. Pero el caso vuelve a exponer una combinación explosiva de financiamiento electoral, conflictos laborales, lobby empresario y sospechas de vínculos ilícitos que promete seguir escalando en el debate público.

