Más de 10 personas herridas y 125 detenidas. Ese fue el resultado de lo que debía ser un partido de fútbol entre Independiente y la Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana. El encuentro se canceló, pero no tardó en repercutir en la dirigencia política argentina, transandina y bonaerense en el marco de una campaña electoral polarizada. Patricia Bullrich volvió a cargar contra Axel Kicillof.
De manera apresurada, la ministra libertaria, y ahora también candidata, cargó las tintas contra el gobernador bonaerense. “El inútil de Kicillof se saca fotos con (Claudio) Tapia para la vuelta de las dos hinchadas por puro show electoral, pero es evidente que no puede garantizar la seguridad ni cuidar a la gente“, expresó. Vale aclarar que los partidos de fútbol de las competencias internacionales, tanto Sudamericana como Libertadores, siempre tienen público visitante y nada tiene que ver eso con lo que acuerden Kicillof con el presidente de la AFA.
Evidentemente, el mensaje de Bullrich apunta más a cuestionar al líder de Fuerza Patria en el marco de la campaña electoral que a resolver el problema de la violencia en el fútbol. Tal es así que aprovechó la oportunidad para anunciar que su Ministerio se va a presentar en la causa penal abierta tras los incidentes. No dijo en caracter de qué ni para qué. Lo que sí se encargaron de aclarar desde la cartera es que “las fuerzas federales actuaron de acuerdo con sus responsabilidades”.
Antes de eso, las autoridades nacionales habían recordado que “el operativo de seguridad es siempre jurisdiccional” lo que implica que fue responsabilidad del gobierno bonaerense, su fuerza policial y el Aprevide. Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, aclaró que “hubo protocolos (de seguridad) de la CONMEBOL, pero ninguno se cumplió. “A diferencia de otros partidos es que no había un cordón de agentes de seguridad privada”, ejemplificó en diálogo con Infobae.
La Provincia responsabilizó al club y a la CONMEBOL
Para Alonso una minoría de la hinchada visitante desencadenó la violencia. “Ya era muy raro que minutos antes del partido vinieron con una actitud muy hostil”, relató antes de marcar que el partido debió suspenderse en el primer tiempo. “Si el partido se suspendía durante el primer tiempo no hubiese pasado nada. Se dilató tanto la situación que todo se volvió inmanejable”, afirmó.
En este contexto, el funcionario de Kicillof apuntó directamente contra la CONMEBOL y contra Independiente, como organizadores del evento y encargados de la seguridad privada dentro del estadio. Sea como sea, hacia el mediodía de este jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile informó que hay 19 hinchas de la U hospitalizados y 101 detenidos.
Lo llamativo de todo esto es que esta misma semana se jugaron otros partidos organizados por la CONMEBOL, incluso en la cancha de Racing a pocos metros del escenario de la violencia, y en ninguno hubo inconvenientes. Hace apenas 10 días, el ministro Alonso había dicho que “las brujas no existen, pero que las hay las hay” después de registrar peleas en cinco canchas de fútbol distintas entre el público de un mismo equipo y en suelo bonaerense.