Los incidentes en el estadio de Independiente durante el partido frente a Universidad de Chile por la Copa Sudamericana siguen generando repercusiones internacionales. En diálogo con LA CIELO 103.5 FM, el periodista Sebastián Esnaola, de Radio Cooperativa de Chile, describió lo ocurrido como una “carnicería” y apuntó tanto contra la dirigencia del club argentino como contra el accionar de la policía.
Según detalló, la embajada chilena en Argentina confirmó que al menos nueve personas resultaron heridas, ocho de ellas de nacionalidad chilena y una argentina. Uno de los hinchas visitantes debió ser operado de urgencia por un apuñalamiento. La falta de información oficial, agregó, mantiene la preocupación entre los familiares de quienes viajaron a Avellaneda.
“Las escenas que se vieron fueron inhumanas. No puede ser que alguien vaya a un partido de fútbol y termine en un hospital o en una comisaría”, expresó Esnaola, quien además denunció que muchos hinchas fueron golpeados tanto por barras de Independiente como por efectivos policiales.
El rol del club y las críticas a la seguridad
El periodista cuestionó duramente la respuesta institucional. “El presidente de Independiente estaba más preocupado por los puntos que por lo que había pasado con su gente. Como organizador, el club es responsable de la seguridad”, sostuvo, recordando que la propia Conmebol suele atribuir la responsabilidad al local en este tipo de hechos.
De acuerdo a los testimonios recogidos en medios chilenos, parte de la barra brava de Independiente logró ingresar a la tribuna visitante, lo que derivó en golpes, corridas y escenas de extrema violencia. “Es incomprensible que se permitiera semejante descontrol. Fue un disparate que no hubiera operativo alguno que separara a las hinchadas”, remarcó.
El relato también incluyó denuncias de hinchas que aseguraron haber sido obligados a salir en el entretiempo y que, al abandonar el estadio, se encontraron con un cordón policial que los golpeó en una suerte de “callejón oscuro”. Para Esnaola, esa situación fue percibida en Chile como una emboscada deliberada.
“No importa si son chilenos o argentinos”
El periodista reconoció que parte de la hinchada de la U de Chile también protagonizó incidentes, como la quema y lanzamiento de butacas, pero insistió en que nada justifica el nivel de violencia ejercido. “No me importa si son chilenos o argentinos: hay que medirlos a todos con la misma vara. Esto excede el folclore del fútbol y muestra una pérdida total de humanidad”, afirmó.
Varios hinchas chilenos contaron además que pudieron salvarse gracias a la ayuda de vecinos de Avellaneda, que les abrieron las puertas de sus casas para protegerlos. En contraste, denunciaron que algunos policías los abandonaron a su suerte cuando buscaban refugio.
“La sensación que queda en Chile es que se buscó hacer una carnicería. Fue una situación horrorosa que no se puede volver a repetir”, subrayó Esnaola, en un testimonio que reflejó la conmoción que aún persiste del otro lado de la cordillera.
El periodista trasandino apuntó directamente a las falencias del operativo. “Hubo una inacción total de la policía y un club organizador que se desentendió de lo que pasaba. Todo eso falló”, resumió el periodista.
Mientras Conmebol evalúa los informes oficiales y el Gobierno chileno se mantiene en contacto con los hinchas afectados, la polémica deja en evidencia la falta de garantías para los visitantes en un torneo internacional. “Esto tiene que tener consecuencias, no sólo deportivas sino también penales”, concluyó Esnaola.