Gran parte de la provincia de Buenos Aires padeció las lluvias esta semana. En algunas ciudades generaron problemas leves, como calles anegadas, pero en el campo agravó un escenario que, según dicen, es crítico. Cuál es el estado de situación
Dos de los distritos más afectados son 9 de Julio y Carlos Casares. En este último, según los registros oficiales de la Municipalidad ya llovieron más de 1000 milímetros (mm) entre enero y agosto de este año. Solo entre el martes y ayer la localidad de Moctezuma registró 105 mm y acumula 1291 mm en ocho meses. Esta misma tormenta generó precipitaciones de tres cifras en 9 de Julio: la Sociedad Rural local midió 104 mm en su predio y algunos campos llegaron hasta los 125 mm.
No por nada la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) le viene pidiendo al Gobierno Nacional que retome las obras hidraulicas en la cuenca del Río Salado. También vienen pidiendo mejoras en los caminos rurales a la Provincia y los municipios. Esta última tormenta no hizo más que acelerar los reclamos.
En este contexto, ayer se reunieron dirigentes rurales de Casares y 9 de Julio con funcionarios municipales de ambos distritos, integrantes de CARBAP y representates de la Autoridad del Agua bonaerense (ADA) y del Ministerio de Desarrollo Agrario. Según informaron desde CARBAP, el objetivo del encuentro fue “conformar mesas técnicas locales frente a la acuciante situación hídrica”.
Mientras tanto, las autoridades de 9 de Julio respondieron a la crisis provocando más enojo en el sector agropecuario. Es que, a través de las redes sociales municipales, la gestión de María José Gentile recordó que, por Ordenanza, está prohibido circular por caminos rurales durante las 48 horas posteriores a las lluvias. En este sentido, pidieron respetar la norma para cuidar los caminos y mostraron los controles policiales que se establecieron.