El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, lanzó duras críticas contra el gobierno de Javier Milei por el impacto de sus políticas en la provincia de Buenos Aires. Entre otras cosas, apuntó a la crisis de inseguridad y las dificultades económicas que afectan la temporada de verano. Como respuesta, el vocero presidencial, Manuel Adorni, lo cruzó en redes sociales y lo acusó de “inútil” por no asumir responsabilidades.
En conferencia de prensa, Kicillof había destacado las obras impulsadas por su gestión y señaló cómo las medidas del gobierno libertario perjudicaron a la provincia. “Alcanza con recorrer los diferentes balnearios para comprender que estamos transitando en toda la provincia una temporada muy difícil como consecuencia de las políticas implementadas por el Gobierno nacional”, sostuvo.
El gobernador también resaltó el rol del Estado bonaerense en la contención de la crisis: “Si no fuera por las fiestas populares, la Cuenta DNI y la mejora en infraestructura, el escenario hubiera sido aún peor tras las medidas implementadas por Milei con su obstinación y anteojeras ideológicas”.
Las declaraciones de Kicillof no pasaron desapercibidas en la Casa Rosada. Horas más tarde, Adorni salió al cruce con un duro mensaje en su cuenta de X:
“Estimado gobernador: no olvide que la inseguridad mata bonaerenses todos los días”, escribió el portavoz, y añadió: “Hágase cargo y deje de culpar al Gobierno nacional por cuestiones atinentes a su propia inutilidad. Saludos”.
Una disputa que se volvió un clásico
El enfrentamiento entre ambos volvió a demostrar la tensión creciente entre la administración nacional y el gobierno bonaerense. Mientras Kicillof insiste en que la falta de apoyo del Ejecutivo central agrava la situación económica y social de la provincia, desde el oficialismo nacional responden responsabilizando a la gestión local por los problemas estructurales a los que se suman los grandes grupos de medios de comunicación.

Este nuevo cruce es un capítulo más de una serie de disputas previas entre Kicillof y la Casa Rosada, en un contexto donde las provincias reclaman mayor respaldo financiero y cuestionan la orientación de las políticas nacionales y el gobierno central busca “subir al ring electoral” al gobernador bonaerense de cara a 2027.

