La vicegobernadora Verónica Magario no pudo encausar la sesión preparatoria para la elección de autoridades del Senado bonaerense y terminó envuelta en un fuerte conflicto interno: el exministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, le envió una dura carta para que rectifique su accionar, al considerarlo objeto de un posible delito penal.
A diferencia de lo ocurrido en Diputados —donde, pese a las disputas entre ganadores y perdedores por el reparto de los lugares correspondientes a las autoridades, todo transcurrió en orden—, en la reunión del último lunes de la Cámara Alta no pudo concretarse la elección de las nuevas autoridades.
Tras la jura de los nuevos legisladores debían votarse los cargos, pero Verónica Magario llegó al recinto sin los acuerdos internos para el reparto de las vicepresidencias y la definición debió postergarse.
Fue Sergio Berni quien planteó una moción para pasar a cuarto intermedio, pero no obtuvo los votos necesarios.
Como si fuera poco, durante la preparatoria Verónica Magario puso a consideración las licencias de Gabriel Katopodis y Diego Valenzuela, que habrían sido aprobadas por fuera del estricto orden del temario —los senadores recién pueden ejercer plenamente sus funciones desde el 10 de diciembre—, lo que para Sergio Berni constituye un “incumplimiento de deberes de un funcionario público”.
Verónica Magario llegó sin los acuerdos políticos y se le desmadró la sesión
La falta de entendimientos dentro de Fuerza Patria y con otros bloques le implosionó la sesión preparatoria a Verónica Magario, quien llegó al recinto sin los consensos resueltos.
A los reclamos personales de Sergio Berni, que vienen de larga data —al asumir su banca quiso una de las vicepresidencias pero no la logró— se sumaron cortocircuitos entre el kicillofismo, La Cámpora y el Frente Renovador.
Tanto Malena Galmarini como Mario Ishii buscaban colocar a alguno de sus alfiles en la vicepresidencia primera. En medio de la pelea, la vicegobernadora intentó posicionar a la dirigente bahiense Ayelén Durán, cercana al Cuervo Larroque. “Faltó conversación”, sentenciaron desde el entorno de la extitular de AySA, señalando que nadie los llamó para negociar previamente.
De no resolverse la situación en sesiones extraordinarias y con la composición actual, el reemplazo natural de Verónica Magario será Carlos “Chino” Kikuchi, único vicepresidente que sigue después del 10 de diciembre. Exarmador de Javier Milei, se distanció y formó su propio espacio liberal de corte dialoguista, aunque genera desconfianza en el oficialismo.
Una advertencia de Sergio Berni que podría derivar en una denuncia penal
A través de una durísima nota a la Presidencia, el senador Sergio Berni (Fuerza Patria) cuestionó el accionar de Verónica Magario al presidir la sesión preparatoria.
“Usted ha incurrido en incumplimiento de los deberes de funcionario público, atento a que ha violado el Reglamento Interno del Senado de la Provincia de Buenos Aires en su art. 107, por el cual debe velar y cumplir atento el cargo que detenta como Presidenta del cuerpo”, lanzó el exministro de Seguridad de Kicillof en una nota a la que accedió Infocielo.
En ese marco, el legislador de la Segunda Sección observó que el Reglamento Interno establece en su artículo 107 que “las sesiones preparatorias, que se realizarán bajo la presidencia del Vicegobernador o de un presidente provisional, tendrán por objeto la incorporación de Senadores electos, la elección de vicepresidentes y la fijación de días y horas de sesiones ordinarias”.

Remarcó que el orden del día “no puede alterarse unilateralmente incorporando temas que exceden el objeto de la Sesión Preparatoria, bajo pena de nulidad absoluta de toda votación que exceda el objeto de dicha convocatoria”.
La referencia hace alusión al tratamiento y aprobación de las licencias de Gabriel Katopodis y Diego Valenzuela: “Constituyen así actos nulos de nulidad absoluta, por cuanto deben realizarse en ocasión de Sesiones Ordinarias como lo establece el Reglamento Interno”, dijo.
Berni le reclamó a Magario que “revea lo acontecido y lleve adelante como corresponde el procedimiento para la aceptación de las licencias de los mencionados senadores”, dado que, caso contrario, “puede ser pasible de las denuncias correspondientes establecidas en el art. 73 inc. 2 de la Constitución Provincial”, bajo el presunto delito de incumplimiento de deberes de funcionario público.

