La crisis económica no perdona a nadie. Ni a los delincuentes improvisados. En Córdoba, un joven de 24 años protagonizó en las últimas horas una escena digna de un sketch: tras chocar con su camioneta en la zona norte de la ciudad, intentó “arreglar” su situación con una coima de apenas $200, un billete que hoy ni alcanza para una gaseosa.
El insólito episodio ocurrió en avenida Recta Martinolli al 8600, en pleno barrio Argüello. Allí, el conductor de una Volkswagen Amarok impactó contra otro vehículo y quedó rodeado por los policías que llegaron para ordenar el caos. Hasta ahí, una historia más de la noche cordobesa… hasta que el joven decidió improvisar una salida a lo “dejame ir y nos olvidamos de todo”.
Con total desparpajo y casi sacándose los nervios de encima, el muchacho abrió la billetera, sacó dos billetes arrugados y le ofreció a los agentes $200 pesos para que lo dejaran escapar. Sí: doscientos. No dos mil. No doscientos mil. Doscientos pesos.
Los uniformados no podían creer lo que escuchaban. Pero la escena todavía tenía un capítulo más. Al verse ignorado, el conductor pasó de “pobre coima” a “coima deluxe”: segundos después ofreció una transferencia de $400.000 para no terminar esposado, como si recién hubiera recordado que tenía una cuenta bancaria.
Sin embargo, ya era tarde: la Policía rechazó la propuesta y lo detuvo en el acto. Durante el procedimiento le secuestraron un teléfono celular, dinero en efectivo y varias bebidas alcohólicas que llevaba en la camioneta, lo que terminó de pintar el cuadro completo de la noche.
El joven fue trasladado a la dependencia policial, donde ahora espera que la Justicia decida su futuro. Mientras tanto, el caso quedó como testimonio de estos tiempos difíciles: cuando la inflación se come todo, hasta las coimas quedan devaluadas.

