La vigencia de la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo bonaerense no bajó la tensión entre el sindicato de municipales de Olavarría (STMO) y la gestión comunal que encabeza el intendente Maximiliano Wesner (Unión por la Patria)
Pese a que rigen dos semanas para que las partes intenten destrabar la discusión salarial y el gremio que lidera José Stuppia no puede realizar medidas de fuerza mientras se mantenga la instancia de negociación, trabajadores municipales decidieron visibilizar sus reclamos a través de carteles en la vía pública.
Uno de los pasacalles fue colocado este martes frente a la sede del Palacio Belgrano con la leyenda “No monotributo”, para denunciar la presunta existencia de personal contratado bajo ese régimen laboral. También se quitaron afiches que estaban ubicados frente al Hospital Municipal.
El Municipio de Olavarría aplicó una ordenanza y bajó los pasacalles
A los pocos minutos de colocada la cartelería, el municipio de Olavarría decidió retirar los pasacalles a través de personal de la subsecretaría de Protección Ciudadana.
La decisiónn estuvo amparada en la ordenanza 5136/23, que “prohíbe de forma absoluta la colocación de pasacalles en el Partido de Olavarría” recordaron, en referencia a la norma que se sancionó contra la prohibición de fijar pasacalles y afiches de publicidad durante la última campaña política.
Según informaron las autoridades, los carteles que sean retirados podrán ser retirados por la dirección de Control Urbano, ubicado en Coronel Suárez 870, de 8 a 14.
Las medidas de los Municipales de Olavarría que llevaron a la intervención del ministerio
Los trabajadores municipales se habían declarado en estado de “alerta, movilización y asamblea permanente” y resolvieron una serie de acciones de protesta.
En los quirófanos del Hospital municipal, solo atendían las “urgencias y emergencias”. En otros términos, dejaron de cubrir las cirugías programadas.
Otras áreas del nosocomio que resintieron su funcionamiento son los sectores de la cocina y de limpieza donde únicamente se brindó atención a las personas en internación o guardia.
Las acciones gremiales llevaron al intendente Maximiliano Wesner a solicitar la declaración de la conciliación obligatoria ante la Delegación Regional de Trabajo.
Sobre las medidas de fuerza, el municipio advirtió que la falta de limpieza del quirófano o la suspensión de cirugías programadas podrían eventualmente “agravar un cuadro y transformar la situación en una emergencia médica”. Además, advirtió que la protesta interrumpía el funcionamiento del programa público -privado de cirugías que el distrito aplica junto a las clínicas para acortar los tiempos de demora y que fue puesto de ejemplo por el ministerio de Salud bonaerense.
Además catalogaron de “falsa” la posibilidad de la privatización de un servicio planteado por el gremio lo que “provoca un malestar innecesario en los trabajadores”.
Tras los planteos, el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y las partes se reunirán sobre el cierre de la semana laboral.
En el medio se produjo otra importante novedad: El municipio reconoció por decreto a la CICOP que tendrá representación local y ya no dependerá del gremio de los municipales para sentarse a discutir salarios y condiciones de trabajo.



