La pesadilla del regreso de Buenos Aires a La Plata después de la jornada laboral se convirtió en una rutina insoportable para los usuarios de la línea 195 de Costera Metropolitana. A pesar de los exorbitantes aumentos en el precio del boleto, el servicio sigue siendo deficiente, con frecuencias insuficientes que dejan a cientos de pasajeros varados en las paradas intermedias.
Los testimonios de los usuarios reflejan la desesperación de quienes dependen de este medio de transporte. “La situación a esta hora, a las 22, es inédita. Gente esperando en Tucumán desde las 20. Es una locura, y pagando un boleto 10 veces más caro que hace un año”, escribió un pasajero en redes sociales, sintetizando la indignación generalizada.
Problema histórico, ahora recargado
El problema no es nuevo, pero se agravó en los últimos meses. Durante el verano, la empresa reduce las frecuencias y deja a los pasajeros a la deriva, sin opciones más que la resignación o el gasto extra en alternativas privadas. “Un desastre como siempre el servicio. Los chóferes encima se dignan a no frenar. Esto es (parada de calle) Tucumán a esta hora. Gente esperando desde las 20”, denunció otro usuario, apuntando también a la actitud de los conductores que, en muchas ocasiones, pasan de largo sin siquiera intentar recoger pasajeros.
Los tiempos de espera son inadmisibles para un servicio de transporte público. “El martes, desde Retiro, el último autopista pasó a las 22:30 h y el próximo recién fue un Centenario a la 1:30 AM del día siguiente. No pasó ni unidades autopista, ni Centenario, ni Alpargata en 3 horas. ¡UN DESASTRE!”, relató indignado otro afectado.
En muchas ocasiones, la desesperación obliga a los pasajeros a tomar medidas extremas. “Una locura, hoy fue imposible. Nos juntamos entre varios y nos volvimos en UBER”, contó un usuario, evidenciando el altísimo costo adicional que deben afrontar quienes no quieren quedarse varados en la calle hasta la madrugada.
Incluso cuando logran subirse a un colectivo, la situación no mejora demasiado. “Esperé desde las 20:45, subí a las 22:30 al Autop en Tucumán y se llenó mal. Ya no pudo subir la gente de Alsina. El anterior de Autop, el 110, no paró y eso que iba sin gente parada. Solo pasó un Centenario lleno que no paró y ya no pasan más, dijo el chofer… Así estamos”, describió otro usuario.
Además, un boleto carísimo
El problema se agrava aún más si se considera que el costo del boleto aumentó brutalmente en el último año. De los $300 que costaba en diciembre de 2023, el pasaje hasta La Plata se ha disparado a más de $2.700. A pesar de este aumento descomunal, el servicio no ha mejorado y la empresa sigue operando sin controles ni sanciones visibles.
Mientras tanto, los usuarios sufren diariamente este calvario sin que los grandes medios nacionales le presten atención al problema. Son miles los platenses que deben viajar todos los días a la Ciudad de Buenos Aires por trabajo o estudio y que, al caer la tarde, quedan librados a la suerte de un servicio que les responde con indiferencia y desidia.