Sus nombres siempre despiertan interés, incluso en quienes no han leído sus libros, quizá en quiénes no sepan de qué va aquello denominado “La Venganza será terrible“. Pero sus apariciones en podcast, streaming o en entrevistas de tv, en las que son consultados por múltiples temas, hacen que para muchos sean personas a las que valga la pena escuchar. “La conversación infinita” los tendrá en un mismo escenario. Alejandro Dolina y Darío Sztajnszrajber llegan con su propuesta de diálogos, humor y emoción a la sala del Teatro Coliseo Podestá.
En esta oportunidad, los convoca un hecho teatral, en donde se harán preguntan, se contarán relatos y en donde aparece la provocación a través de reflexiones, humor y emoción. Si bien ambos han venido por separado muchas veces a la ciudad, en esta oportunidad el público platense los podrá volver a ver juntos, como alguna vez se los vio en la sala del Teatro Argentino.
Diálogos, relatos y filosofía con humor
En “La conversación infinita” nadie tiene la última palabra ya que la última palabra en realidad es la pregunta por el “por qué”, esto es, la invitación a que la conversación nunca cese. Dolina y Sztajnszrajber se hacen preguntas, se cuentan relatos, se provocan mutuamente en la problematización de la existencia a través de reflexiones.
El título del encuentro “La conversación infinita” está tomado de un libro de Maurice Blanchot donde uno de los temas que trabaja es la cuestión de la escritura. La conversación infinita es una propuesta escénica de escritura con el otro, o como dice Byung Chul Han en su último libro: “narrar es pensar”. Y pensar no es algo acartonado ni puramente analítico, sino una invitación a pasar aunque sea un rato de conmoción.
Serán dos únicas funciones, los domingos 14 y 28 de abril, a la hora de la angustia, como para que esta tonalidad afectiva nos incentive a buscar otra forma de ser-en-el-mundo. Aunque ser por un rato, salir de las requisitorias de la actualidad para volver a ella desde los márgenes, desde sus confines, desde sus fronteras, con el deseo de poder encontrar tal vez un punto de fuga. Reir, llorar, conmoverse. Recuperar la sensibilidad. Es demasiado poco, pero nos está costando. Los invitamos a a intentarlo en este encuentro que es para todos y sobre todo, para nadie.