Nueve años tuvieron que pasar para que una mujer boliviana de 63 años, acusada de fraude inmobiliario en la Costa Atlántica, fuera finalmente extraditada a la Argentina. La causa se remonta a 2016, cuando la imputada había participado en una maniobra de estafa con terrenos en Mar del Tuyú, junto a una escribana pública y otra mujer que se presentó falsamente como apoderada.
Según los informes de la Policía Federal Argentina (PFA), la operación consistió en una escritura apócrifa ante el Registro N°9 de San Bernardo, donde se utilizó un poder general falso para transferir la titularidad de tres lotes a nombre de la acusada. Con ese documento trucho, la escribana consiguió inscribir los terrenos en el Registro de la Propiedad Inmueble bonaerense, logrando que la mujer figurara como legítima dueña.
Lo más grave fue que un funcionario del registro omitió revisar la documentación, lo que facilitó que la estafa pasara desapercibida. Esa omisión derivó en la imputación por “estafa en concurso real con falsificación ideológica y material agravada de instrumento público”.
Una captura que cruzó fronteras
Con las pruebas reunidas, el Juzgado de Garantías N°2 de La Plata, a cargo de Eduardo Luis Silva Pelossi, ordenó la difusión de una alerta roja de Interpol para dar con la prófuga. Las pesquisas posteriores determinaron que la mujer había salido del país en octubre de 2018 por el paso fronterizo Salvador Mazza – Yacuiba, rumbo a Bolivia.
Durante años, el rastro fue esquivo. Pero gracias a un trabajo conjunto entre la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA y la Oficina Central Nacional La Paz – Bolivia, se logró ubicarla. La detención preventiva con fines de extradición fue autorizada recién en mayo de este año, tras un largo trámite judicial.
En agosto, las autoridades bolivianas notificaron que la acusada estaba lista para ser trasladada. Finalmente, en los últimos días, la División Unidad Operativa Federal Salvador Mazza de la PFA concretó la extradición por el paso fronterizo con Yacuiba, cumpliendo así un proceso que tardó casi una década.
La mujer ya se encuentra a disposición del tribunal de la Provincia de Buenos Aires que la requería. La historia renueva la evidencia de la lentitud en los trámites de cooperación internacional, y además el tiempo que puede tomar que una causa de fraude en este caso en el Partido de La Costa llegue, al fin, a tener a su principal acusada frente a la Justicia.