Pasaron 23 años desde aquel domingo en el que el país se estremeció con el crimen de María Marta García Belsunce en el country El Carmel. Más de dos décadas de dudas, condenas, titulares, juicios y marchas atrás en un caso que marcó para siempre la historia policial argentina. Hoy, su esposo, Carlos Carrascosa, el hombre que fue señalado, encarcelado y luego absuelto, prepara una demanda contra el Estado argentino y la provincia de Buenos Aires por los años de injusticia que asegura haber padecido.
Carrascosa busca ahora que se reconozca lo que él y su entorno consideran una reparación moral y judicial: “Queremos que se condene al Estado por el daño que se le hizo con una condena errónea”, explicó Fernando Díaz Canto, su abogado, en diálogo con la agencia Noticias Argentinas. La presentación fue realizada ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y apunta a que tanto la Nación como la Provincia respondan por los años.
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El caso, que tuvo durante años a Carrascosa como principal acusado, recién encontró un cierre judicial 22 años después, cuando Nicolás Pachelo, exvecino de la familia, fue condenado a prisión perpetua por robo agravado y homicidio criminis causa.
El viudo había sido condenado por homicidio agravado por el vínculo y estuvo preso en el penal de Campana desde 2009 hasta 2015. Luego pasó a cumplir arresto domiciliario, con tobillera electrónica, en un barrio cerrado de Escobar. No fue sino hasta 2016 cuando la Justicia anuló la condena y lo absolvió definitivamente.
Desde entonces, Carrascosa decidió encarar una nueva batalla: la de reparar los años en los que fue tratado como culpable de un crimen que no cometió. “Está muy bien, esperando que avance la demanda”, señaló su abogado.
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A 23 años del caso que dividió al país, la herida judicial aún no cierra del todo. Carrascosa busca que el Estado reconozca su error. Detrás de los expedientes y los titulares, queda el peso de una vida marcada por la sospecha, la pérdida y la larga espera por una justicia completa.
