Lucas Petroni (@lucas_petroni) es un arpista y compositor de la ciudad bonaerense de Banfield que hace poco tiempo se hizo viral en las redes sociales interpretando “Malbec” de Duki. También tocó con distintos artistas de la escena urbana argentina, como Tiago PZK, Bhavi y Seven Kayne. Para conocer esta historia de lucha y pasión por la música, INFOCIELO dialogó con Lucas.
Siendo un niño de ocho años su papá lo llevó a un concierto de música clásica, donde vio un instrumento de cuerdas que se destacaba por su tamaño y atrapó por completo su atención: un arpa.
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Tras ello le pidió a sus padres que lo llevaran a aprender a tocar ese instrumento, con la sorpresa que a solo 15 cuadras de su casa de Banfield tenía un profesor de arpa. “Fue el destino de haber tenido un profesor tan cerca en ese momento”, contó Lucas en diálogo con INFOCIELO.
Rápidamente, el docente se dio cuenta la facilidad que tenía Lucas para aprender las técnicas del arpa y lo impulsó a continuar. Al poco tiempo, su abuela organizó un concierto en una iglesia. Ese día estaba muy nervioso. Las manos le transpiraban de la ansiedad de presentarte ante su primer gran público. Pero a su lado lo acompañaban su hermana y su abuela y se animó a dar su primer show con solo nueve años.
Luego, continuó asistiendo a más conciertos, como uno en Santiago del Estero, donde lo vieron una gran cantidad de arpistas, dentro de ellos un artista chileno que lo invitó a participar en 2012 de un concierto en ese país representando a Argentina.
Con el apoyo de su familia y con solo 17 años, en 2016 organizó un concierto de arpas en Buenos Aires, donde invitó a más de quince arpistas de distintas partes del mundo para que pudieran representar la cultura musical de sus países. “Fue muy loco que confíen en mi con solo 17 años. Al rodearme siempre de gente grande ya tenía otra forma de pensar y siempre observaba la logística que armaban los directores de los festivales”, remarcó.
Cuando terminó el secundario Lucas, como todos los jóvenes de su edad, tenía que decidir que hacer de su vida. En aquel momento él estaba explorando mucho con la música y cómo la vida de todo artista el futuro está plagado de incertidumbres. Sin embargo, se animó y tomó la decisión de dedicarse de lleno a la música y a perfeccionarse como arpista.
Al principio solo se dedicó a dar clases hasta que comenzó a componer canciones para otros artistas a pedido. Incluso, en 2020 tuvo la oportunidad de viajar a China para ir a componer, pero desistió ya que por un año entero debía estar sujeto a un contrato y él tenía otras cosas en mente. “No fui porque siempre lo que quise plasmar es que el instrumento se pueda hacerse más conocido, ya que es un instrumento muy inusual, en nuestro país”, explicó.
El arpista de los traperos
En 2017 Lucas se animó a probar un poco con covers de distintos géneros, cuando una colega mexicana lo retó a tocar “Felices los cuatro”, de Maluma. Lucas lo compartió en su cuenta de Instagram y fue tan exitoso aquel video que fue compartido por el mismísimo cantante colombiano. “Fue el último cover que compartió Maluma en su cuenta hasta la actualidad. Fue una locura, llegó al millón de reproducciones”, dijo orgulloso Lucas.
A pesar del éxito de su versión de “Felices los cuatro”, Lucas abandonó por un tiempo la idea de hacer y subir covers ante las críticas de sus colegas arpistas que le decían que no debía alejarse del folclore.
Sin embargo, tres años después Lucas logró combatir los prejuicios y durante la cuarentena comenzó a incursionar en los covers de trap y rap, los cuales tuvieron una enorme repercusión en las redes sociales hasta ser convocado por Seven Kayne y Neo Pistea para tocar juntos. Lucas fue a la casa de Neo Pistea y juntos tocaron “Pininfarina” y esa fue la primera interacción que tuvo con el mundo del trap.
“Son muy buena onda. No importa si uno es más conocido o menos conocido, ahí son todos iguales. Eso fue algo que me llamó mucho la atención y todas las veces que compartí con ellos me sentí super cómodo porque, si bien tienen mucha repercusión, son personas como todos y me trataron como uno más del grupo. Son chicos que apostaron mucho, que tuvieron que madrugar e ir a muchas competencias para llegar donde están”, contó.
Más tarde Lucas tuvo la oportunidad de tocar junto a Tiago PZK, Luck Ra, Lautaro López, Bhavi, entre otros artistas. Incluso es parte del videoclip del acústico de “Se que no” de Seven Kayne.
“Me siento identificado con Bizarrap, que empezó a haciendo música solo en su cuarto y ahí empezó a subir videos. Yo también empecé haciendo mi música en mi pieza y ahí fue donde nació esa magia y repercusión de hoy en día”, comentó.
El día que se hizo viral
Durante una madrugada, Lucas estaba streamendo en Twitch como de costumbre y comenzó a contarles a sus viewers su historia de vida. Luego de un rato, de forma inocente y sin darse cuenta, les dijo su gran anhelo: “Yo me imagino con el Duko haciendo ‘Malbec’ en Vélez. Yo me muero”, y comenzó a tocar la icónica canción del trapero haciendo inevitable imaginar a Lucas en el escenario junto a Duki.
Uno de sus seguidores, Mauro, compartió el clip en Twitter. Lucas lo descargó y lo subió en TikTok para tenerlo como un recuerdo. La repercusión fue tal que el video superó el medio millón de visita y Lucas y su talento explotaron las redes sociales y los medios de comunicación.
“Sería increíble. Es uno de mis temas favoritos, siempre lo toqué incluso cuando recién salió el tema lo hice el cover y siempre que stremeo me lo piden y me dicen: ‘¡Fua Lucas, que bien que queda Malbec en el arpa!'”, afirmó.
Más allá de su sueño de tocar “Malbec” con Duki en el estadio Vélez Sarsfield en octubre, Lucas tiene un sueño más grande: popularizar el arpa.
“Siempre se está haciendo folclore o clásico con el arpa. Yo estuve más de diez años tocando esos géneros y quería cambiar, hacer algo que me guste más y más fresco. No solo por mi, sino para que también la gente pueda interactuar con el instrumento y de alguna manera pueda conectar con distintos géneros musicales”, manifestó.
Con más de 17 años de carrera, Lucas siente que todo el esfuerzo que ha realizado en estos años organizando festivales, recorriendo escenarios, perfeccionándose como músico y combatiendo los prejuicios valieron la pena.
“La vida del artista y del musico es una adrenalina constante porque nunca sabe que puede pasar. Yo creo que es lindo que el músico pueda conectar con la gente y que se vaya de alguna manera actualizando. Ahora estoy disfrutando mucho este momento y ojalá que de alguna manera que los instrumentos poco conocidos como el arpa, entre otros, que sean mucho más valorados. Lucho porque la generación siguiente no tenga que afrontar los obstáculos que yo pasé para por el que dirán de los colegas”, concluyó.
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