El Gimnasia de Lucho Zaniratto va. El Lobo se impuso ante Unión en su debut en los playoffs y está en los cuartos de final del Clausura. Hilvanó su cuarto triunfo al hilo y pegó el golpe sobre la mesa. Es uno de los mejores ocho equipos del campeonato y, lo más importante de todo, se acostumbró a ganar y se ilusiona.
Aprovechando la confianza, la seguridad y el buen andar futbolístico, el Lobo salió a jugar nuevamente decidido a ser protagonista. A no especular ni esperar el desarrollo del partido, sino a tomar las riendas desde el inicio e intentar marcar el ritmo de juego, como lo hizo ante Platense en el cierre de la temporada regular.
Si bien al principio el local fue el que más manejó la pelota, con el correr de los minutos el equipo de Zaniratto equilibró la balanza y comenzó a adueñarse del partido. Y así, cuando no había pasado mucho, abrió el marcador en la primera que tuvo. Gran jugada colectiva en ataque y definición de Manuel Panaro con el arco vacío.

No conforme con ello, Gimnasia entendió que era su momento en el partido y fue por más. No desistió del ataque y siguió merodeando el área del Tatengue, llegando así al córner que derivó en el segundo gol. Nicolás Barros Schelotto puso la pelota en la cabeza de Enzo Martínez y el central metió un buen frentazo para estampar el 2-0.
Si bien el tripero tenía el triunfo bastante encaminado, aún restaban 45 minutos ante un rival que no suele bajar los brazos. Y así lo demostró en el inicio del complemento. Salió decidido a descontar y meterse nuevamente en partido, lográndolo a solo ocho minutos de la segunda mitad gracias a un golazo de chilena de Tarragona.
Por momentos el equipo de Zaniratto se vio superado y abrumado por las embestidas del rival, pero soportó y la tormenta pasó, aunque el Tatengue no dejó de buscar el empate hasta el final. Sufrió, hizo un desgaste enorme, pero se llevó el premio máximo de Santa Fe. Está en cuartos, es uno de los mejores ocho equipos del Clausura y claro, tiene con qué ilusionarse.

