La vida cambió en un mes y 11 días para Nicolás Barros Schelotto. Un volante que el 14 de octubre era alineado como titular en el equipo de Fernando Zaniratto que le empató 1-1 a River en el Camp de Ezeiza, que dos semanas más tarde se enfrentó al mismo adversario pero en Primera en el Monumental tras debutar nada menos que en el Clásico Platense. Y que en Santa Fe fue uno de los futbolistas más importantes del Lobo, que se metió en los cuartos de final del Clausura tras vencer a Unión.
Nico fue parte de ese proceso que, de la mano de Lucho Zaniratto, llevó a GELP a reconvertirse. A ganar cuatro partidos consecutivos (River, Vélez, Platense y Unión). Y a soñar con pelear el campeonato cuando el objetivo hace apenas semanas era mantener la permanencia. ¿Cuál fue el secreto? ¿Cómo lo logró, Gimnasia?

“La victoria en River nos dio mucha confianza. El grupo siempre tiró para adelante, con energía positiva. Cuatro victorias seguidas en este club… Jugar acá es un orgullo”, se emocionó el pibe tras el 2-1 en el 15 de Abril, tras ser elegido como el MVP del encuentro por la transmisión oficial. ¿Qué está sintiendo? “Por dentro me pasa mucha alegría. Creo que no caigo por estar en el lugar en el que estoy. Soñé toda mi vida jugar en Gimnasia y estar en este momento me pone orgulloso”, lanzó.
Sin embargo, Barros Schelotto también se midió. Intentó no atizar el fuego de la expectativa. Sabe que Gimnasia, después de haberse librado de la mochila pesada que era la pelea por el descenso, ahora juega libre. Pero que también tiene que mejorar. Por eso, el #17 fue insistente. “Esto es paso a paso y queda otra final. Es partido a partido. Ahora ocuparnos de Barracas, que va a ser duro”, concluyó.

