Una semana después de confirmar haber encontrado a un nuevo nieto, las Abuelas de Plaza de Mayo celebran la aparición del nieto recuperado (o nieta) número 132 desde el inicio de la búsqueda en medio de la última dictadura cívico militar.
“El 2022 finaliza así con la resolución de un nuevo que renueva las esperanzas de este camino de verdad, memoria, justicia e identidad. Esperamos que el 2023 nos reciba con muchos más encuentros”, destacaron desde la entidad a cargo de Estela de Carlotto.
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Por eso, y tal como ocurrió con los casos anteriores, convocaron a una conferencia de prensa para anunciar otra restitución de identidad, que se realizará hoy, miércoles 28 de diciembre, a las 16 horas en Casa por la Identidad, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, Av. del Libertador 8151, CABA, para dar a conocer detalles de esta historia.
“Con cada restitución de un nieto o nieta, nos llegan hermosas ilustraciones que dan cuenta de que la felicidad es colectiva”, celebraron las Abuelas antes de la Navidad.
La historia del nieto 131
“Se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuyo y a los seis meses se casaron. Lucia Nadín era profesora de francés, latín y griego y trabajaba junto a Aldo Hugo Quevedo en un taller de encuadernación en Mendoza, el matrimonio militaba en el PRT ERP, donde eran apodados como Chiquita y Dipi”, leyó Estela de Carlotto en la conferencia de prensa de la semana pasada.
“Luego de la detención de un compañero de trabajo, Nicolás Zarates, en mayo de 1976 Lucía, Aldo y Beatriz, compañera de Nicolás, se trasladaron a Buenos Aires. Entre septiembre y octubre de 1977, Lucía embarazada de dos o tres meses y Aldo fueron secuestrados en la ciudad de Buenos Aires junto a Beatriz aparentemente“, continuó la presidenta de la asociación.
La pareja permaneció detenida en el centro clandestino Club Atlético y el Banco y, según señalaron desde la asociación, por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que Lucía fue trasladada desde el Banco para dar a luz entre marzo y abril de 1978. “Hay sospechas de que el parto se podría haber producido en la Escuela de Mecánica de la Armada ESMA. Desde entonces no se supo nada más de la pareja ni del bebé”, relató la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
“La búsqueda la hace la familia que no sabía que Lucía estaba embarazada. Con el tiempo pudiendo conocer la noticia por información que les fue llegando a través de personas que estuvieron con la pareja antes del secuestro. La denuncia formal la realizó el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, MEDH de Mendoza, en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y fue la CONADI que a partir de una investigación documental que el 23 de junio del 2004 logró confirmar el embarazo de Lucía”, narró Estela de Carlotto.
En marzo de 2020, la CONADI logró dar con el hermano de Aldo y se sumó su perfil al banco de datos. En el 2015 a partir de un trabajo de investigación de Abuelas y la CONADI sobre la información aportada por la sociedad, se identificó a un hombre que se sospechaba podía ser hijo de personas desaparecidas.
“Ayer el banco nacional de datos genéticos comunicó la feliz noticia: es el hijo de Lucía y Aldo”, cerró la conferencia Estela de Carlotto y agregó: “En estos 45 años de lucha las Abuelas hemos resuelto 131 casos, en los últimos tiempos a pesar de la pandemia seguimos trabajando día a día con esperanza y con la convicción de que vamos a encontrar a nuestros nietos y nietas, que pueden estar en cualquier lugar del mundo”.
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