El artículo es uno más de los que cada día los principales diarios corporativos argentinos presentan, tras la fachada de “Historias de vida” de emigrados que decidieron “probar suerte” en otras latitudes y longitudes. Esta vez fue La Nación el encargado de contar la experiencia de vida de una familia de emigrantes que se instaló en Estados Unidos en 2016 y ahora se dedica a brindar un servicio a quienes deseen, como ellos, irse del país a tierras sajonas norteamericanas.
La polémica, en este caso, surgió a partir del título del artículo en donde se presenta la historia de “emprendedurismo” como una “ayuda” a quienes deseen hacer lo mismo. No sólo despertó controversia la ya clásica invitación (o prácticamente “incitación”) a imitar el auto exilio, sino que a muchas personas les chocó que a un negocio se lo denomine como “ayuda”.
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Según cuenta La Nación al comenzar la nota: “Paola Peccoud usó su propia experiencia como emigrada en adaptación para poner en marcha su emprendimiento en Estados Unidos: hace unos tres años fundó una compañía dedicada a brindar soporte, contención y guía a quienes deciden irse a Estados Unidos para instalarse allí. Ya trabajó con unas 100 familias y tiene en proceso otras 25 solicitudes. También orienta a emprendedores que quieren avanzar con sus proyectos en ese país“.
Esta especie de publinota (espacio usualmente pagado por empresas o comercios), sin embargo hilvana una historia que refuerza lo que desde 2019 los principales medios de comunicación opositores buscan resaltar, a pesar de que las estadísticas lo niegan: Que los argentinos masivamente se vuelcan a salir de Argentina tanto o más que en 2001/2002.
LA AYUDA TARIFADA
Pero no es este constante resaltado de experiencias de emigrados lo que asombra, porque ya se hizo costumbre, como quedó dicho.
Lo que si llamó la atención en esta ocasión es que se presente en el título a este negocio de ‘soporte inmigratorio para Estados Unidos‘ como si se tratara de una asistencia de tipo desinteresada o altruista, cuando dentro del artículo luego queda claro que existe una remuneración tarifada por el servicio.
“Los interesados pagan una sola vez y esa tarifa abarca toda la asistencia. El costo es de US$1000 para familias y US$1500 para empresas”, aclara en su interior la nota de La Nación.
Las respuestas en redes no se hicieron esperar y marcaron tanto la repetida exaltación de la emigración cual si fuera un verdadero logro en sí mismo, como la poca claridad al utilizar la terminología de “ayuda” para calificar ese tipo de negocio.
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