Con una alerta fitosanitaria declarada por el Laboratorio Nacional del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en julio del año pasado y casos registrados dentro de la provincia de Buenos Aires en noviembre, te dejo algunas recomendaciones para reconocer el virus rugoso del tomate.
Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en Argentina (INTA) lanzaron una serie de síntomas que ayudan al productor a reconocer el virus aunque aclaran que hay condiciones que hacen variar la producción y la manera en la que se expresa, como el momento de infección y las condiciones ambientales.
El virus afecta tanto a tomates como a pimientos. Para el primer caso, el producto está infectado si tiene hojas con mosaico, ampollas de color verde oscuro y moteado clorótico, frutos con maduración desigual, deformaciones o manchas marrones y reducción en la cantidad producida. Por el lado de los pimientos, repite el síntoma de las hojas con mosaico, y además puede tener los tallos marrones y también deformación del fruto.
A tener en cuenta
Una aclaración importante es que el virus no afecta a la salud de humanos ni animales y otra es que que no existe todavía un tratamiento para esta plaga, por lo que solo pueden aplicarse medidas preventivas y reaccionar rápidamente al identificar un caso, avisando al Correo electrónico Senasa: [email protected]
- Comprar la semilla en comercios registrados en el INASE y verificar que el envase cuente con el rótulo amarillo de identificación de la semilla y Registro INASE.
- Asegurarse de que los plantines sean producidos en condiciones seguras (libres de plagas y patógenos), en viveros registrados por el INASE e inscriptos en el Senasa.
- Limitar el ingreso a la zona del cultivo a las personas estrictamente necesarias para su manejo (por ejemplo, evitar el ingreso de personas ajenas al trabajo y asesoramiento del cultivo).
- Utilizar ropa de protección que se pueda desinfectar finalizada la jornada. La misma debe emplearse en un único sitio de producción.
- Desinfectar las herramientas antes de pasar a otra fila dentro del mismo lote.
- Contar con un sitio en el cual se pueda lavar y desinfectar herramientas, manos y calzado. Para la desinfección puede utilizarse lavandina comercial al 10% preparada en el mismo día con agua limpia.
- Limpiar y desinfectar el invernadero al final de una temporada de producción.
- Al detectar una planta enferma evitar el contacto con la misma y desinfectar todo material con el que se la maneja y aislar el sector.