Así parece difícil que Trump consiga “Volver a hacer grande” a su país. Porque lo que parecía un simple motel u hotel de ruta, terminó convertido en la escena de una especie de película de terror. Un drone sobrevoló un complejo barato en Estados Unidos, conocido entre vecinos como “el motel del crack”, y lo que captó dejó a todos con la boca abierta: adictos esperando turno para comprar, movimientos erráticos, intercambios sospechosos y un clima de abandono total.
Las imágenes, que circulan en redes sociales, muestran lo que muchos prefieren no ver. Desde arriba, el dron enfocó pasillos desolados donde hombres y mujeres ingresan y salen de una de las habitaciones.
Algunos parecían tambalearse en plena luz del día, otros llegaban con valijas y salían sin ellas. En los rincones, pequeños grupos observaban al drone, mientras más adictos llegaban y se iban en cuestión de segundos, como si fueran parte de un guión demasiado repetido.
El motel, de fachada típica de “película de carretera” podría estar en cualquier ciudad estadounidense: a un costado de la autopista, lejos de miradas curiosas, convertido en refugio de los que ya no tienen dónde caer. Lo que suele ser un alojamiento barato para viajeros ahora también funciona como un epicentro de consumo y miseria.
El video es breve, pero contundente. Cada plano del dron exhibe el contraste entre la normalidad de la vida diaria —personas viviendo en esos típicos “tugurios norteamericanos”— y el caos absoluto dentro del predio. La frontera entre la sociedad y la marginalidad queda reducida pasillos compartidos.
LO QUE PROVOCA VERLO
En las redes, la reacción fue inmediata. Algunos usuarios aplaudieron la crudeza de las imágenes: “Esto es lo que está pasando todos los días y nadie lo quiere mostrar”, escribió uno.
Otros criticaron la falta de ética: “No son animales en un zoológico, son personas enfermas”. El debate se encendió, pero la postal ya estaba ahí, imposible de borrar.
Lo cierto es que escenas así no sorprenden a las autoridades sanitarias. El crack, aunque eclipsado en los últimos años por la crisis del fentanilo, sigue devastando comunidades enteras.
Datos oficiales muestran que las muertes relacionadas con estimulantes como la cocaína aumentaron en la última década. Y los moteles baratos, con alquiler semanal y sin controles, se transformaron en puntos de concentración del consumo.
EL “PRIMER MUNDO” EN PROBLEMAS
El dron, con apenas unos minutos de vuelo, logró exponer un mundo oculto a simple vista. Un mundo de cuerpos agotados, miradas perdidas y rutinas marcadas por la adicción. Un infierno que no necesita efectos especiales, porque existe a metros de cualquier carretera.
El video, viral en cuestión de horas, es mucho más que una curiosidad morbosa. Es la radiografía de un país que convive con sus propios fantasmas, donde la promesa del sueño americano se desdibuja en la puerta de un motel ruinoso. Y, al menos por un instante, un dron lo mostró sin filtros ni maquillaje: el lado más crudo de la adicción al crack.