En su último programa, Mirtha Legrand mostró su preocupación por la situación actual del país y cruzó a dos funcionarios públicos, uno del gobierno nacional y otro de la Ciudad de Buenos Aires, a los cuales los reprendió por la ausencia de medidas en relación a la salud pública y el mantenimiento de los subtes de CABA.
La polémica comenzó a raíz de las declaraciones del Ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Roberto García Moritán, que preguntó irónicamente “¿Te parece que en los países serios del mundo el problema es el boleto del colectivo?”. En ese momento, la conductora no se quedó callada y le pidió al ministro “que pongan los subterráneos en condiciones”, mostrando su descontento con una de las líneas de subte que “está funcionando pésimo”.
Mirtha tampoco se quedó satisfecha al escuchar la respuesta del ministro, que le expresó que se encontraban trabajando permanentemente para solucionar los problemas de los porteños, y lo retrucó “¿Se dan cuenta ustedes de eso?”, sugiriendo que el gobierno de la ciudad no estaría en contacto con los problemas de los usuarios del subte.
Pero la famosa conductora no solo habló de la gestión del gobierno de la ciudad en cuanto al funcionamiento del subterráneo, sino que criticó a la gestión de Jorge Macri, agregando que “de las vacunas del dengue no se ocuparon”. El ministro García Moritán no tardó en justificarse apoyándose en la opinión del Ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, alegando que “fumigar no es una solución” y que el dengue es algo que hay que “solucionar entre todos”.
En ese momento, el Vocero Presidencial de la gestión de Javier Milei, Manuel Adorni, acompañó las declaraciones del ministro Moritán, expresando que “la prevención debería haber ocurrido varios meses atrás” y que la vacuna no era efectiva para evitar el brote de dengue.
El pedido de Mirtha
Todo esto generó que Mirtha, no convencida aún por las explicaciones de los funcionarios, les dijo “¿Yo sabe que quiero?, que nos cuiden, que nos cuiden a los argentinos. Que nos quieran un poquito más, que nos amen, que se ocupen de nosotros”. Ya casi al borde del llanto y muy emocionada comentó: “Yo pienso en la gente que está con el dengue. La familia. ‘Dónde voy a vacunarlos, no puedo pagar la vacuna, no puedo comer’. ¡Es terrible!”.